Después de un merecido descanso, la Tuna de Peñarroya vuelve a poner los motores en marcha: afinando cuerdas, limando púas, cosiendo cintas y desempolvando capas. Una vez más, la Tuna agradece de corazón la confianza y el trato que recibe en toda la comarca. “No nos cansamos de repetirlo, creímos juntarnos un grupo de amigos y discípulos del gran maestro con la intención de disfrutar tocando, y nos dimos cuenta de que era buena ocasión para poner en alza este tipo de agrupaciones y ofrecérsela a nuestro pueblo, y sobre todo ser conscientes de poder compartirlo con la gente, con nuestra gente. Y eso es inexplicable”, explica un tuno.
Abren una nueva etapa viajando al magnifico Encuentro de Peñarriblenses que viene celebrándose año tras año en Barcelona, y desde este medio nos comentan su agradecimiento a la Organización por contar con ellos para tan entrañable viaje. Después vendrán nuevos momentos de alegría, traducidos en serenatas, bodas, aniversarios, celebraciones, etc. “Nos da vida poder compartir con la gente momentos únicos en sus vidas”, añade otro componente. Una vez más, nos explican que para ellos cada vez es más difícil poder mantener el grupo, por la sencilla razón de que desgraciadamente o trabajan fuera o estudian fuera en su gran mayoría. Pero para ellos ser de Peñarroya es “sentir la camiseta, sentir los colores” y siempre que puedan la tuna es la excusa perfecta para volver y reunirse en las calles donde crecieron.
Están de vuelta, ¡Viva la Tuna!