28 de febrero de 2012 | Luz Divina Mansilla Pérez.
La gratitud del alma
SENTIMIENTOS
Dos meses han transcurrido desde que mi libro “El Carisma de la luz”, resplandeciera por primera vez entre mis manos.
Ha dejado tanta huella en mi camino que va a ser muy difícil que el tiempo las consiga borrar, por eso mismo y por el amor sin límite que mi corazón ofrece a las personas que citaré a continuación, decido hacer estos agradecimientos desde lo más profundo de mi ser.
Nunca imaginé que lograría vender más de doscientos ejemplares del libro, que fuera un éxito tan rotundo para mí, suceso que escritores con renombre cosechan fácilmente, más en la humilde sencillez de mis méritos he podido comprobar como este sueño tan deseado se ha hecho realidad.
Por todo esto, comienzo dando mil gracias a mi fuente de agua cristalina, quien ha vertido todo su amor y confianza en mí y prestaba sus oídos cada vez que le pedía opinión de lo que mi corazón y pensamiento habían redactado en un trozo de papel, a mi madre, que siempre estuvo ahí sosteniendo los pilares y las bases de los cimientos de su hogar.
Agradezco infinitamente a mi padre por su colaboración y sobre todo por estos dos magníficos meses en que lo he visto animado con una distracción y una nueva ilusión de vida. Es fabuloso tener un aliciente donde emplear nuestras horas de ocio, a sabiendas que el beneficio es para los demás.
Muchas gracias Miguel, mi más fiel compañero siempre a mi lado con su apoyo y perseverancia ofreciéndome tu hombro donde sostenerme y por supuesto desde el anonimato porque sé que no te gusta mucho el protagonismo.
Gracias a las dos maravillas de mi creación, mis hijos, Marcos y Sergio y en especial a mi pequeño el cual una vez me dijo:
-Mamá ¿por qué la gente te felicita por tu libro? ¿Es que eres importante?
A lo que le respondí con gran sencillez, de manera fácil y amena para un niño de 9 años:
-Sí, hijo, soy muy importante y ¿sabes por qué?
Porque soy quien siempre está a tu lado. Soy tu enfermera particular, quien te cuida cada vez que te encuentras mal, ofreciéndote todo tipo de remedios y soluciones para que tu organismo se sienta mejor. Soy tu maestra privada, quien te acompaña siempre en tus tareas del colegio. Soy tu cocinera sorprendente, quien te alimenta y se preocupa que estés bien nutrido cada día. Soy tu psicóloga exclusiva, quien te ayuda y orienta en todos los problemas y dudas que la vida te vaya planteando fortaleciendo tu estima para que cuando estés preparado puedas volar sin dificultad. Y soy y seré lo que tú desees que sea para ti…
Entiendes, mi amor, del porqué de mi importancia. Mi corazón está lleno de ternura y recuerda siempre, hijo mío, que como tu madre te quiere pocas personas te sabrán amar y por todos esos pequeños detalles, mi niño querido soy tan importante en tu vida y la de tu hermano.
También agradecer a Inma, con su corazón de oro, la ayuda prestada en mis momentos oscuros del alma. Como se suele decir siempre existen esas “almas gemelas” que no unen lazos de sangre pero que son tan parecidas a tu yo interior que las horas se te hacen cortas a su lado.
Un especial agradecimiento a Santiago, por esos maravillosos consejos de paz y relajación que me hacen atrapar la vida con más tranquilidad y sosiego.
Y sobre todo infinitas gracias a mis seguidores, todos aquellos que me habéis aportado entusiasmo y amor tanto dentro de mi nuevo grupo de facebook “El Carisma de la Luz”, como en persona.
Vuestras felicitaciones, vuestro contacto físico conmigo, para mí ha sido maravilloso, un aporte infinito de sensaciones positivas que me impulsan a seguir escribiendo y comenzar un segundo libro que me estoy planteando con mucho interés pero con calma.
¡Cuántas manos maravillosas!, han adquirido mi libro, viajando a muchos rincones de la geografía española, por citar algunos lugares, Barcelona, Tarragona, Galicia, Valencia, Madrid, Badajoz, Cáceres, parte de Andalucía, la tierra que me vio nacer y para mi querida Extremadura dejo todo lo mejor porque es en Azuaga donde se han quedado la mayoría de mis libros, donde está mi gente más querida, mi familia y mis amigos. El libro ha viajado a Castuera, Salva León, Almendralejo… siendo posible que se me olvide algún pueblo extremeño donde mi obra haya profundizado en el corazón del lector.
Pero mi mayor agradecimiento es como siempre a mi fuente de inspiración la luz que ilumina mi vida, aquella persona cuya foto aguarda en el lugar más privilegiado de mi casa, quien me guía y acompaña siempre, por supuesto a mi abuela Antonia. Ella, a quien yo corregía aquellas faltas de ortografía que me mostraba cada vez que escribía magnificas cartas que ofrecía a su revista afiliada “El pan de los pobres”.
Entonces era como le preguntaba:
-Abuela, ¿cómo escribes estas cartas tan bonita si casi que no fuiste al colegio?
A lo que su voz melódica respondía:
-No lo sé, mi vida, pero me salen del alma, aunque fíjate cuántas faltas tengo. Yo leía aquellas maravillas que su puño plasmaba en armoniosas letras unas tras otras, encajaban a la perfección, ¡Cuánta belleza! ¡Cuánta dulzura emitían esos mensajes! ¡Qué expresividad tan fascinante! ¡Cuánta espiritualidad escondía aquellos escritos!
Ahora sé que mi abuela escribía con el corazón y este no entiende de gramática ni ortografía, solo de amor y ternura y la sencillez de transmitir a los demás lo que llevaba en su interior y que me transfirió a mí en los veinticinco años que estuvo junto a mí.
Gracias abuela, allá donde te encuentres, porque este libro va dedicado enteramente a ti.
Los recuerdos han construido una vereda que profundiza mis entrañas, logrando sentirme cada día más cerca de tu alma.