21 de febrero de 2011 | Luz Divina Mansilla Pérez
…Tan cierto como el aire que respiro…
EN LA INFINITUD DE NUESTRA VIDA, EXISTEN MUCHAS POSIBILIDADES QUE NOS PERMITEN DISFRUTAR DE ESTE MARAVILLOSO PROCESO QUE ES VIVIR
Me veo con un inmenso deseo de expresar algunos sentimientos que rodean y moldean nuestra realidad.
Pondré un magnífico ejemplo:
Algunas veces, podemos topar con personas que tratan de comparar nuestra vida con la de ellas y personalmente están confundidas porque lo exquisito está en la diferencia.
Estas personas tienen miedo de lo que sucede en su entorno, es un sentimiento grande de inseguridad en sí mismas que solo conduce a la soledad, irritabilidad y destrucción de su propio interior.
Según mi criterio, es absurdo querer ser como los demás, ya que todos los seres humanos tenemos nuestros talentos especiales y de nosotros depende el descubrirlos.
Tiene que ser angustioso y agotador para la persona que los emite pues cae en hipocresía, maldad, egoísmo y destrucción sin darse apenas cuenta del precio que paga a cambio y lo terrible que debe ser su vida al sentir tanta infelicidad y albergar tan negativos sentimientos en su conciencia.
La verdadera cuestión está en aprender a aceptarse como uno es y no afanarse tratando de ser diferente, no olvidemos nuestra autentica misión , nuestro verdadero talento, aceptarnos tal cual somos.
Seamos felices y alejemos esos pensamientos destructivos, hagamos bien a los demás y nos llenaremos de paz interior.
Cada persona vive por alguna función en concreto y envidiar al otro por simple hechos materiales, resulta penoso y patético.
Párate a pensar e igual descubres que realmente eso no es lo que quieres para ti.
Disfruta de este inmenso regalo llamado VIDA que nos ha sido proporcionada.
¡Cuanta maravilla la rodea! ¡Cuánto amor y dulzura la envuelve!
Cada paso es un comienzo nuevo, pensemos por un momento lo delicioso que es vivir en paz, sentir amor y no envidiar a nadie.
En eso se basa la verdadera felicidad, no la busquemos fuera pensando que en el futuro vendrá busquemos en nuestro interior, en un trocito de nuestro corazón, seguro que allí la encontraremos.
¡VIVAMOS NUESTRO MOMENTO, LUCHEMOS POR NUESTRO REGALO Y DISFRUTEMOS DE NUESTRO PRESENTE Y ASÍ ENCONTRAREMOS LO QUE BUSCAMOS Y NUESTROS DESEOS SE HARAN REALIDAD!