¿Quién no ha escuchado al menos una vez en su vida la expresión “esta generación de jóvenes se va al traste”? Las nuevas modas y ritmos de vida han propiciado que tanto los niños como los jóvenes de hoy día empleen su tiempo libre en actividades que no son propias de su edad y que amuerman sus capacidades cognitivas. Y es por ello que nace Ódega, de la mano de un grupo de jóvenes que dieron sus primeros pasos con la asociación “As de guía”, gracias a la cual, a través de actividades en el medio rural y de compartir tiempo y espacio con otros compañeros; aprendieron valores esenciales para nuestra sociedad, tales como el respeto hacia el medio ambiente y hacia las personas o el compañerismo. Este es el gran objetivo de Ódega, realizar actividades de turismo activo a través de las cuales los niños y jóvenes adquieran estas capacidades y aptitudes. Aunque el propósito de la asociación es ambicioso, los promotores de la idea tienen claro que las cosas no se construyen de un día para otro. La idea inicial sería garantizar al menos una actividad al mes, aprovechando los materiales de los que se dispone en la localidad de Peñarroya-Pueblonuevo, con intención de expandirlas a municipios colindantes. Desde la realización de talleres de cabuyería o rutas de senderismo hasta acampadas, pasando por rutas en mountain bike o kayak, actividades de concienciación con el medio ambiente o cursos de escalada. No obstante, todo ello no sería posible sin el gran apoyo ofrecido por el Ayuntamiento de la localidad peñarriblense. La respuesta que Ódega recibió al plantear la idea fue muy positiva desde el principio. La institución se prestó a conceder una donación monetaria para que la asociación pudiera ponerse en marcha, además de ofrecer un asesoramiento muy completo sobre otras posibles ayudas. Además, se encargará de todos los seguros, tanto de monitores como de los niños que participen en las actividades; y de las cuestiones burocráticas. Asimismo, la asociación tiene mucho que agradecer a todas aquellas personas que, de un modo u otro, se han ofrecido se manera voluntaria a prestar su ayuda, como los clubes y colegios, con los que la asociación trabajará codo con codo desde su inicio; y a ceder material para que Ódega pueda ponerse en marcha, tanto de la localidad peñariblense como de los municipios colindantes a ella. En la asociación todo el mundo es bienvenido y, a pesar de que aún no cuenta con una sede física, dispondrán, una vez constituida formalmente, de un correo electrónico y de redes sociales a través de las cuales poder contactar con sus miembros, ya sea por interés en participar en las actividades o en ayudar como voluntario. El sueño de Ódega es llegar a ser una asociación independiente que consiga demostrar a niños y jóvenes que existen otras alternativas de las que disfrutar en su tiempo libre y con las que aprender y crecer como persona.
Despiece
El término Ódega proviene del nudo “ocho de gaza”. Como el nombre era excesivamente largo y no muy sonoro, los miembros de la asociación decidieron crear un nuevo vocablo tomando las primeras letras de cada palabra. La intención era continuar con la tradición de “As de guía”, asociación que también tomó su nombre de la cabuyería.