En esta gran urbe donde vivo, hay muchas personas emigradas de nuestras raíces y son un complemento muy importante en la vida cotidiana de este viejo Madrid, personas que tuvieron que emigrar en tiempos ya remotos y que a pesar de su dilatada vida en esta ciudad nunca perdieron esa raíz suya y ese recuerdo de ese gran pueblo en el que todo los día le llegan a su cerebro esas imágenes de esas calles en las que crecieron y fueron inmensamente muy felices, hoy de nuevo cojo mi metro y me desplazo a visitar a un peñarriblense que ya data de muchos años desde su venida a este núcleo, me acerco a su calle Virgen de la Oliva en el distrito de San Blas, en el barrio de Simancas, mismo nombre de sus estación de metro, cerca de su domicilio ya me esperaba, una vez los saludos pertinentes, sorpresa…también estaba en su vivienda otro peñarriblense con su hijo y nuera que habían venido a verlo ya que hacia cerca de cincuenta años que no se veían, de nombre Antonio Paya, casado con Isabel Pintado, en el pueblo trabajo de Panadero, y en aquél tiempo jugaba en el Peñarroya C.F. junto con Efrén, Rios, Usagre, Parrilla y otros, actualmente vive en GANDIA, ciudad que eligió para trabajar, ya que su oficio hasta que le llegó su jubilación era de tratante de frutas, se le enrojecieron los ojos cuando departimos de nuestra tierra en esos apenas veinte minutos que estuvimos charlando de ese maravilloso rincón, nos despedimos y ya me quede con un gran hombre, una persona muy arraigada a su tierra a pesar de la dura distancia que le separa de su pueblo, ese pueblo que él tanto quiere, Julián Pintado Dávila nace en Peñarroya Pueblonuevo el día 3-10-1934, en el Parque de las Ranas, hijo de Julián Pintado Guisado de profesión carnicero y de María José Dávila Hidalgo, su hermanos, María Jesús, Fermín, Jacinta y Eugenio, trabajo en el negocio de su padre y en tareas de labor en el campo, su madre tenía su puesto en el mercado y era muy conocida en el pueblo por su simpatía y le llamaban la CHICA, nombre por el que todos los vecinos y clientes la conocían.
Julián por causa de los cierres de trabajo en esa época emigra a Madrid un día 15 de Mayo de 1959 y el día 17 de Mayo entra a trabajar en la empresa PEGASO en mantenimiento especialista.
Julián se casa con la belmezana Isabel García Santiago, más conocida en todos los ámbitos belmezanos como la Manola la del Coto, después de unos años de noviazgo, Julián bajaba en caballo desde Pueblonuevo a ver a su novia y regresaba de la misma manera, eran unos tiempos que nunca olvidó, ni a ese grupo de belmezanos que hicieron que su estancia en el pueblo de su novia fuera todo lo bonito que él quería, Perico Carmena, Pauli Burguillos, Antonio Carbonell y Paca, Luis Mohedano y su mujer Paredes, un grupo de personas a las que adora y les guarda un cariño muy especial.
En el año 1961 Julián Pintado y Isabel García contraen matrimonio y lo celebran en el Casino de Belmez, un día que nunca olvidó, un día que afianzó muchísimo su cariño por este bello pueblo que lleva en su corazón.
Julián en su trabajo en la fábrica era muy feliz, y le viene al mundo dos hijos, uno llamado como él y otro llamado Antonio y es abuelo de dos nietos y una nieta, Julián va ascendiendo en su puesto de trabajo y en el año 1983 consigue su plaza de Maestro de Taller, hasta el año 1988 donde se retira como prejubilado en un acuerdo con la Empresa.
Julián Pintado Dávila, es uno de los muchos que fueron parte importante en la vida de la Asociación Belmezana de residentes en Madrid, colaborando siempre y dejando esa gran impronta entre todos sus paisanos de ser una persona muy querida en todo su entorno, y siempre con ese tono conciliador hacia todo el mundo, hace unos años que su compañera de viaje le dijo adiós, y el vive de recuerdos imborrables de su esposa, una mujer abierta, trabajadora y luchadora por su familia una belmezana de la cual sólo tengo palabras de agradecimiento por su talante y su siempre saber estar, una belmezana que dignificó siempre ese gentilicio, de verdad una mujer con una gran sensibilidad y una educación exquisita D.E.P.
De verdad el poder expresar en este medio Infoguadiato.com los avatares de los muchos paisanos nuestros tristemente emigrados y que a pesar de los muchos años, nunca dejan ese cariño hacia lo nuestro, esa alegría cuando hablan de sus raíces, y en sus caras se ve reflejado el deseo de que a su pueblo todo le vaya fenomenal y que nadie tenga que emigrar, entiende que es una lucha que no hay que dejar de trabajar para que de nuevo ese gran pueblo vuelva a tener el esplendor de antaño, esa es su mayor ilusión, que Peñarroya Pueblonuevo, brille con luz propia en el VALLE DEL GUADIATO, valle que todos queremos y tanto nos gusta hablar de ese bello entorno.
El sentimiento de este peñarriblense es muy grande hacia lo suyo, y lo suyo es amigo Agustín, ese pueblo cordobés que el tanto ama, su Peñarroya-Pueblonuevo, y ya con un fortísimo abrazo y brindando con dos copas de vino de la tierra nos abrazamos diciendo VIVA NUESTROS PUEBLOS. Gracias Julián por ser como eres.