6 de enero de 2022 | Daniel Solano Sújar
Una sonrisa que emanaba mucha felicidad
Su compañía era tan autentica, que siempre la llevaremos en nuestro corazón

Hay personas que vienen a este mundo a darnos todo lo mejor de ellos, y lo hacen con una sensibilidad, un cariño latente y siempre buscando ese diálogo agradable, para así dejar claro, que esta vida a pesar de ser muchas veces muy duras, tiene la gran compensación de tener la suerte de tratar a esta clase de seres humanos, que continuamente regalan esa sonrisa, para acercarse mas y mas a tu persona y dejar de él lo mejor y que ese momento sea inolvidable.
Hace unos días, falleció en BELMEZ, una gran persona, un hombre que ya llevaba muchos años integrado a nuestro pueblo, como un belmezano mas, alegre, cariñoso, amable, supereducado y con un gran sentimiento hacia ese ya su pueblo, por todo lo que nos regalo en silencio durante tantos años, EDUARDO PABLO DE LA HERA, sevillano de nacimiento, llegó a BELMEZ, con motivo de trabajo en construcción de nuestro pantano Sierra Boyera, trabajando y dejando esa calidad humana entre sus compañeros, con ese forma muy suya de conexión, cuando eres todo bondad y cariño, cuando eres un persona muy responsable en tus quehaceres laborales, cuando tu dignidad es una forma continua en el día a día, y cuando eres esa persona muy querida en tu ambiente familiar y social, eso dice mucho de la clase de persona que eres, Belmez y los belmezanos tuvimos esa gran suerte de tenerte amigo EDUARDO, siempre que nos veíamos, era ese punto de partida hacia esa bonita conversación, amena y entrañable, que siempre recordaré, tu afecto y esa disposición siempre en esa bonita tertulia, sinónimo de esa sonrisa y ese ratito agradable, era un rato para mi, maravilloso, cuando volvía a esta ciudad madrileña, nunca dejaba de recordarlo y ansiaba el momento de nuevo estar junto con él, ese café en el Gran Bar y en el hogar del pensionista, viendo esas corridas de toros, que a él tanto le gustaba, esos momentos irrepetibles juntos, que me hizo sentir esa gran amistad hacia Eduardo, a la que siempre respete y admire.
Son muy duros estos momentos, ante la pérdida de una persona tan integra y tan buena, desde estas líneas, quier decirle a su mujer, hijos, y demás familia, que me siento muy orgulloso de haber pertenecido a ese núcleo de amigos y personas que lo querían mucho y que nos acercamos a vosotros en este difícil momento, ante el óbito de esta maravillosa persona, que DIOS lo acoja en su seno, BELMEZ SIEMPRE TE RECORDARÁ AMIGO EDUARDO.
d.e.p.