Cómo es ésta vida, la intentamos vivir deprisa, nunca sabes dónde está ese final, queremos estar siempre al lado de los nuestros y así lo hacemos constantemente, buscamos lo mejor para los nuestros y vamos donde tengamos que ir para darle a ellos como decía todo lo mejor.

La vida te golpea sin darte cuenta, muchas de las veces injustamente, no lo llegas a entender, hay momentos que uno se le va las fuerzas para asimilar tanta tragedia y tanto dolor, son situaciones muy complicadas para poder comprenderlas, y en este caso que nos ocupa, es muy doloroso para todos los que hemos tenido esa gran suerte de conocer y tratar a esta gran persona que perdimos en el día de ayer, en un malogrado accidente laboral, que nos desgarró el alma a todos esos belmezanos y belmezanas que conocíamos a este chaval, abierto, alegre, gran padre, excelente marido y un hijo y un hermano inigualable, todas estas virtudes las tenía consigo y las dejaba muy claro en ese momento de conocerlo.

Belmez, está muy triste, son ya muchos los jóvenes que se nos ha ido por distintos motivos, Vicente Rubio Castilla, era muy entrometido, siempre tuvo a muchos amigos y amigas en este su pueblo, trabajador en todos los gremios que se les podía contratar y una persona muy seria en esas funciones laborales, ahora estaba trabajando en un servicio de transporte en Cataluña, ahí estaba contento, hace poco lo vi en Belmez, en vacaciones, me une a él mucho, su querida madre IRENE CASTILLA, fue siempre en mi casa nuestra querida y admirada Chacha, de pequeño siempre me tenía cogido, me llevaba al colegio, era y es parte de mi familia, igual que su hermana y su hermano ya fallecido Juan Antonio, el cariño es reciproco y por esto y por todo ese comportamiento que tuvo con mi MADRE, sé que son duros momentos, cuanto me gustaría estar a su lado para apoyarla en todo estos tristes momentos, sólo le quiero decir, que siento en mi alma y en el de toda mi familia ese óbito de tu hijo Vicente, que desde esta ciudad me uno a vuestro dolor, y os envío el mayor de mis abrazos, haciéndolo extensivo a su mujer Remedios, a su hija, a su hermana Pilar, y a toda su maravillosa familia.

Nunca entenderé estas tragedias, personas que buscan su estabilidad económica, el bien para sus familias, encuentra ese trabajo deseado y un desgraciado accidente se los llevan.
De que vale a veces ciertos comportamientos entre nosotros que nos conducen a nada, la vida hay que vivirla intensamente y sin dañar a nadie, como así la vivió este entrañable belmezano que siempre dignifico ese gentilicio de belmezano.

Siempre te tendremos en nuestras oraciones y plegarias, D.E.P. amigo VICENTE.