La vida deportiva de muchas personas está ligadas a las vivencias, y en ellas se forman esa ilusión por sentir de por vida ese sentimiento futbolístico que quedó arraigado para siempre.
Cuando en tu corta edad, con apenas unos dieciséis años, ya empiezas a compartir vestuarios con compañeros de todas las exigencias deportivas en aquellos momentos, esto es señal de que empiezas a construir en tu formación de jugador, esa experiencia necesaria para vestir y competir a la altura de todos los demás componentes de ese magnífico equipo, nuestro Recreativo Belmezano.
Corría la década de los cincuenta y muchos y sesenta, ahí en ese espacio, donde él se vestía al lado de esos grandes referentes, curtidos en mil batallas, cogía esa camiseta en silencio, y miraba a su alrededor para entender que estaba allí, esperando saltar a ese terreno de juego, en esas tardes de fútbol de nuestro Recre, en aquella dura competición con equipos de nuestra provincia, equipos que ya eran referentes en esa liga, por su calidad y sus grandes jugadores que los componían.
En todo momento ,era muy abrigado por todos y en especial por dos jugadores que siempre lo protegían ante marcajes férreos y muy duros, saltándose a veces la deportividad, ante estos duros marcajes, siempre tenía la palabra de aliento hacia su persona por parte de dos firmes baluartes y buques bandera de este Recreativo Belmezano, Pedro Cantero y ese goleador nato, Sierra, ellos dos, no paraban de darle ánimos y la verdad que nunca olvidará esos partidos y esos tiempos a los que siempre los recuerda constantemente, estas son las palabras que al hablar del fútbol de Belmez, este persona e inmejorable jugador, PEDRO CARMENA AYUSO, Perico, que es como lo conocemos todos, me dice, en nuestras conversaciones telefónicas que gracias a Dios, mantenemos muy regularmente.
PERICO CARMENA, hijo de D. FRANCISCO CARMENA, médico de nuestro pueblo en los años cincuenta-sesenta, vivía al lado del bar Siena ,donde estaba la consulta de su padre, en la calle Negrillos, PERICO, era un chaval más de aquellos años que tenía esa gran calidad como futbolista, supervisados siempre por ese hombre de fútbol de Belmez, Juan Cortés Mora, junto a él, debutaron otros amigos suyos, como Pepín de las Nieves, Antonio Carmona, Tomaso, Miguelete, y otros, todos pasaron a formar parte importante dentro de la estructura deportiva del club y fueron jugadores que siempre recordaremos.
PERICO CARMENA, una vez finalizado su periplo en el RECRE, donde guarda un recuerdo imborrable, y la amistad con todos aquellos que aún viven, tuvo grandes experiencias deportivas en esta ciudad de Madrid, con motivo de su traslado por estudios, y la verdad que su calidad era todo un clamor, he visto a grandes jugadores y hay momentos que de todos recuerdas algún detalle que siempre se te queda contigo, de PEDRO, en el tiempo que le ví, era un jugador con un regate fácil, un control del balón muy depurado, con una magistral visión para siempre ver al compañero mejor situado y con una garra, una lucha y una entrega, aparte de una pegada de alto nivel, que le hacía ser acreedor de un gran jugador de fútbol, dejando siempre esa impronta de un peligro constante para las defensas contrarias, cuando en carrera entraba desde atrás.
Han pasado los años, pero la memoria esta reciente siempre y su recuerdo sobre el fútbol de su Recre, lo lleva como ejemplo deportivo, PERICO vive en El Ferrol, en esas tierras gallegas, casado con una belleza belmezana, y él junto a su maravillosa familia, nunca dejará de estar en la mente de sus amigos, hace un par de años, en su visita a nuestro pueblo, con motivo de la feria en honor a nuestra patrona la Virgen de los Remedios, hizo el saque de honor en el partido de competición de feria de su Recreativo Belmezano, y la verdad que sólo tengo palabras y aplausos para esa directiva que supo darle a esta joven-vieja gloria del Recre, esa gran oportunidad de cómo he comentado antes, hacer ese saque de honor.
Gracias PERICO, por todo lo que siempre nos diste y nos regalaste, con ese magistral fútbol que nos ofreciste vistiendo esos colores blanco y azul de tu RECRE.
Desde Madrid, un fortísimo abrazo amigo.