15 de diciembre de 2020 | Manuel Villegas Ruiz
Cuando la estulticia no tiene límites
A la inefable e indescriptible Irene Montero, Ministra de Igualdad, que no es lo mismo que igual da, aunque en la práctica sea lo mismo, se le ha encendido la bombilla de las ideas y ha dado a luz a la feliz ocurrencia de que en el D. N. I. se habilite una casilla para las personas que no se identifican ni con el sexo masculino ni el femenino en la que se indicaría que pertenecen al tercer sexo.
Bueno, vamos a ver, la Madre Naturaleza, que para mí es la más sabia de todos, ha dispuesto que desde las plantas hasta los seres humanos tengan sexo, bien masculino bien femenino, y solamente esos dos.
A veces esta Madre, a pesar de su sabiduría, comete errores y pone en el mundo criaturas que poseen los dos sexos, son los hermafroditas a quienes se les denomina de esta manera por la palabra latina hermaphrodītus, que, a su vez, procede del Griego ἑρμαφρόδιτος, hermaphróditos, de ῾Ερμαφρόδιτος Hermaphróditos 'Hermafródito', que fue un hijo de Hermes, el dios de los pies alados, como lo llama Homero, y Afrodita, cuyo cuerpo se fundió con el de la ninfa Salmacis en uno solo, pero manteniendo ambos sexos.
La ciencia médica ha reconocido más de un caso de estos, y ante tal situación anómala, se deja a la criatura hasta que tengo el discernimiento y la capacidad suficiente para poder elegir entre uno de los sexos que posee, anulando el otro.
Se dan rarísimos casos de hermafroditismo, pero sí son más frecuentes los de transexualidad, que se originan cuando una persona quiere cambiarse de sexo, y mediante la correspondiente operación, lo consigue.
Ya se que hay países en Europa que han reconocido lo que se ha dado en llamar el tercer sexo. A mi entender, eso es enmendarle la plana a la Naturaleza que ha dispuesto que sólo haya dos sexos: masculino y femenino, como hemos dicho. Lo restante es otra cosa a la que no podemos llamar sexo.
Pienso que en el DNI, no es necesario especificar si se es varón o hembra, los datos de filiación son suficientes, es decir: explicar el nombre de los padres, el domicilio y la localidad de residencia, que son bastantes para identificar a una persona.
Lo del sexo, como hay discrepancias sobre ello, no es necesario indicarlo.
Así no habría que añadir ninguna casilla al DNI, como pretende esta iluminada Ministra.