3 de octubre de 2016 | Daniel Solano Sújar
Rafa Muñoz, grande entre los grandes
Siempre a lo largo de los muchos comentarios, escritos, y demás que suelo hacer sobre el fútbol de nuestra comarca, dejaba claro, que la parte norte de Córdoba, dio una serie de jugadores de un muy alto nivel, muchos fueron por su historial dignos representantes nuestros en equipos de primera división, el belmezano Rivera, Hércules, Córdoba y Sevilla, César Quesada, portero del Recreativo de Huelva, Elche y hoy médico del club, Yanik Carrasco, su abuela de Peñarroya Pueblonuevo, y anteriormente otros jugadores dejaron nuestro pabellón en un buen lugar, Piochi en ese Córdoba, en edad juvenil, los más recientes, Antonio Carlos, se lo llevó el Atlético Madrid, luego regreso, Nané del Séneca al Madrid, Sevilla y hoy en el Malagueño, Pablo Mogollón, Séneca, Real Madrid, Granada, Mairena y hoy en el Azuaga, y algunos pequeñitos en edad de formación, Sergio Guichard en el Granada, después de pasar por el Málaga y el Puerto Malagueño, y algunos más pequeñitos en el Séneca, bajo la vigilancia del Real Madrid, como hizo ayer, en ese cuadrangular que jugó José Carlos hijo de Antoñita Montero, en el estadio municipal de tres cantos, una gran alegría nos llevamos al verlo con esa gran confianza y dejando patente la clase que tiene.
Como decía al empezar este escrito, pienso sinceramente que a lo largo de la historia deportiva de la comarca, habido jugadores que dejaron un sabor muy especial en esto del engranaje del fútbol, si todos estos que podría enumerar, hubieran nacido en una ciudad, donde los observadores recorren los campos, buscando esas perlas, seguramente muchísimos de ellos hubieran triunfado en el fútbol, llevo muchos años viendo a futbolistas pero la verdad, los de ahí, los nuestros que hemos visto todos, no desentonarían si hubieran tenido la oportunidad de haber jugado, por decir algunos, Antonio Cobos, Pilli, Chirri, Chencho, y bueno muchos mas y mas cercanos, Antoñin Paquico, Fernandito, Juli, y otros, el CÓRDOBA C.F, siempre miro para la campiña, al otro lado de Córdoba y en el valle de los Pedroches y el Valle del Guadiato, pasaron jugadores que de verdad, fueron muy digno de jugar en categorías superiores.
Hoy traigo a uno, que nació, nació futbolista, desde pequeño ya se le notaba esa calidad con el trato del balón, lo acariciaba, y en ese centro del campo, su dominio era total, una visión tremenda de cómo había que conducir a un equipo para llevarlo a la victoria, su manejo de ambas piernas era claro y evidente, y su calidad técnica le hacía ser una jugador muy peligroso en el centro del campo, sus genes, ya se los vi, a otro familiar suyo, su primo MIGUEL, era todo un espectáculo verlo jugar.
Aquí en Madrid, dejó una impronta inolvidable, han pasado cincuenta años y el pueblo de Fuencarral, hoy distrito de Madrid, lo siguen recordando.
RAFAEL MUÑOZ, le dio a su Recre todo lo mejor en los años que defendió esa digna camiseta, un futbolista de los que deja huella en el vestuario, esos años de blanco y azul lo lleva en el corazón y dejó tantos amigos, que todos los recuerdan con el cariño que él se merece, su fútbol era ese fútbol de toque, de calidad, su humildad grandísima y su gran calidad técnica envidiada por muchos, todo esto ahora en estos años que lleva entrenando en el pueblo donde ya lleva bastantes años residiendo, y ha llevado los designios de equipos de esa zona, OSUNA, últimamente ha vuelto a firmar con el equipo de regional EL RUBIO, y la verdad como belmezano me siento muy orgulloso de él, escogió de niño este bello deporte del fútbol, supo dignificarlo en su práctica, respeto el escudo de su pueblo siempre, lo defendió con todas sus fuerzas, su calidad era para jugar en equipos grandes, pero la vida a cada uno nos depara ,donde vivir, pero su fútbol fue de élite y eso amigos, es lo que nos quedó en nuestras retinas de todo lo que Rafa nos regaló, domingo, tras domingo, gracias amigo por todo el buen fútbol que nos diste.