El Centro Andaluz Cultural y Deportivo Peñarroya de Vilvoorde en Bélgica ha rendido un homenaje a todas las madres de la sociedad, con un vino y una rosa que todas ellas han recibido de la dirección de la entidad al mismo tiempo que el presidente José Frias agradecía en nombre de todos lo mucho que a lo largo de los muchos años de emigración en Vilvoorde han venido representando para la colonia española y en especial la andaluza de Vilvoorde. Es un homenaje que todas ellas se merecen porque sin ellas, como ocurre en todas partes, difícil hubiera sido aguantar todos estos años fuera de la patria chica allá en Peñarroya-Pueblonuevo.
Como viene siendo habitual fue un acto muy sencillo al mismo tiempo que emotivo por el significado del mismo: No solamente a las madres presentes sino a las muchas que a lo largo del mas de medio siglo de estancia en Bélgica fallecieron y ahora muchas de ellas reposan en el cementerio de Vilvoorde, junto a sus maridos que al igual que ellas lucharon con coraje para sacar a sus hijos adelante dándoles una buena educación y un excelente porvenir.
Homenaje a la Cruz de Mayo
También se aprovechó el fin de semana para conmemorar la tradición muy arraigada en muchos pueblos españoles de rendir un homenaje a las cruces de mayo y como no podía ser menos la dirección del Centro Andaluz Cultural y Deportivo Peñarroya de Vilvoorde organizó el acto tradicional que ya vienen realizando desde hace varios años.
Este año nos ha llamado la atención la sobriedad con que las señoras del centro han presentado la Cruz de Mayo, no por ello menos meritoria si así lo podríamos llamar, pues como se puede apreciar en el reportaje gráfico el protagonista ha sido el abanico español y no las flores como han venido siendo siempre.

Reportaje gráfico:
Primera fotografia: un grupo de las madres homenajeadas con la rosa recibida.
Segunda foto: El Presidente José Frias y al fondo la Cruz de Mayo
Tercera foto: la Cruz de Mayo obra de la mujeres del Peñarroya