El CD Los Jarales, capitaneado por José Morales, celebró el pasado sábado ocho de noviembre la montería en la finca El Campillo, localizada en la localidad cordobesa de Posadas, que finalizó con un extraordinario resultado de calidad en las reses abatidas y gran satisfacción de los monteros asistentes, ya que prácticamente todos ellos cumplieron sus cupos.
En un perfecto día de montería, con buena temperatura, ideal para cazar, los monteros se dieron cita temprano para degustar el completo desayuno que les esperaba, compuesto por churros y migas, servido por el Catering Canela de Hornachuelos.
Tras el sorteo de los puestos, se produjo la salida de las 11 armadas. La organización había fijado 40 puestos con cupo de un venado, un muflón, una cierva y muflonas libres y otros 20 puestos solo dispuestos a cazar jabalíes.
Ya antes de la suelta de las 15 rehalas, los monteros y organización ya presagiaban un gran día de caza, pues importantes piaras de reses se movían por la parte adehesada de la finca y el tiroteo era incesante, como se confirmaría horas más tarde. De este modo, entre las armadas más afortunadas se encontraron El Nido, Las Mesillas o Los Jarales.
Los puestos más sobresalientes fueron aquellos que, además de hacer su cupo de reses, contaron con la fortuna de disfrutar de los guarros, como los ocupados por José Pérez y Juan Domínguez, con cuatro jabalíes, un venado y un muflón; por Juanma Lacalle y Ángel Jiménez, quien cobró cuatro jabalíes, los mismo que José Villegas desde su postura. También destacaron Francisco Soriano, con tres cochinos o Adolfo Pérez, con un jabalí posible medalla de plata.
También abatieron bonitos venados Rafa Ponferrada, Ricardo Barbero, Pedro Sánchez y su hijo Daniel, Carlos Nogales, Juan Serrano, así como la mayoría de los monteros con cupo de reses.
Finalmente, tras el reconfortante cocido que se sirvió como almuerzo, el plantel quedó conformado por 48 venados, 34 muflones, 44 jabalíes, 40 muflonas y 38 ciervas, entre los que destacaron seis cochinos de boca, así como seis venados y tres muflones de posible homologación.
Sin duda los afortunados asistentes disfrutaron de una grata montería, de mucha calidad, que tardará tiempo en olvidarse, éxito que se debe en importante medida a la excelente labor de gestión llevada a cabo en el coto y al esmero de la guardería, Joaquín y Pepín, en el cuidado de las reses durante todo el año.
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