La localidad guadiateña de Villanueva del Rey acogió durante el pasado fin de semana la primera edición de la fiesta de la trasiega. Son muchos los municipios que aprovechando labores ancestrales del campo están poniendo en marcha fiestas con las que pretenden recuperar estas tradiciones y darlas a conocer a los más jóvenes, eso sí, sin olvidar, el lado turístico.
Muchas han sido las personas, más de 5.000 personas, las que han pasado por Villanueva a lo largo del fin de semana y han asistido a las explicaciones teóricas y prácticas de cómo se hace la trasiega en el vino.
Es, sin duda, una labor esencial que realiza entre una y dos veces al año en las barricas. Es la trasiega artesanal, el traspaso del vino de una barrica a otra. Un delicado y mágico proceso que desarrollamos cada seis meses y que merece mucho la pena ser disfrutado.
Es el método que, a finales del siglo XIX enseñaron los franceses, se trata al vino con el máximo cuidado, con un breve contacto del vino con el aire en el momento en el que sale por la canilla y llega al embudo. Un breve contacto que otorga la vidilla suficiente al vino para aguantar otros seis meses de crianza.
Como no, una vez hecha las demostraciones, todos los asistentes pudieron degustar vino de pitarra y tapas típicas de la localidad.
Además se han habilitado más de 20 stands donde se ofrecían productos típicos de la zona, tanto vinos, aceites, derivados del cerdo, dulces y artesanía de la zona.
Como actividades complementarias, se han organizado rutas guiadas, un taller de micología, donde se ha explicado las distintas especies que se pueden hallar en la zona, así como es la forma correcta de recolectarlas para que las personas lo vuelvan a diseminar por el campo, a todo esto se ha unido un concurso de tortillas de patatas, que ha contado con una gran participación vecinal.

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