14 de junio de 2013 | Samara García Guerrero
Los hospitales de la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir divulgan entre sus usuarios las claves de un verano saludable
PROTEGER LA PIEL FRENTE A LA AGRESIÓN SOLAR, PREVENIR INTOXICACIONES ALIMENTARIAS Y SABER ACTUAR FRENTE AL CALOR SON ALGUNOS DE LOS CONSEJOS QUE SE ESTÁN OFRECIENDO MEDIANTE MESAS INFORMATIVAS
Mesa claves de un verano saludable
Los hospitales de la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir -los comarcales de Montilla y de Andújar, y los de Alta de Puente Genil y Valle del Guadiato, en Córdoba, y Sierra de Segura, Alcaudete y Alcalá la Real, en Jaén- divulgan entres sus usuarios y pacientes las claves para vivir de manera saludable este verano. Para ello, a lo largo de este mes de junio se desarrollan en los distin-tos centros mesas informativas en las que los profesionales sanitarios facilitan a los usuarios recomendaciones y consejos sobre la importancia de prevenir el cáncer de piel, evitando las exposiciones peligrosas al intenso sol estival, así como qué hacer ante las elevadas temperaturas, cómo cuidar a los más frágiles (niños y ancianos) y la necesidad de extremar las precauciones para evitar intoxicaciones alimentarias, entre otras cuestiones.
Para ello, en dichas mesas informativas se han distribuido entre los usuarios muestras de crema solar con factor de protección alto (de 50 y 90), así como folletos editados por la Consejería de Salud y Bienestar Social con consejos de todo tipo sobre cómo tener unas vacaciones sanas. Precisamente, en los centros de Córdoba las mesas informativas se han hecho coincidir con la celebración del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, que se conmemora el día 13 de junio, con idea de enfatizar la prevención e informa-ción de esta enfermedad, que cada vez tiene mayor prevalencia entre los jóvenes. En este sentido, algunas de las mesas informativas han contado con la presencia de voluntarios de la zona de la Asociación Española Contra el Cáncer que han acompañado a los profesionales sanitarios en el evento.
Peligros de la exposición solar
A este respecto, los profesionales sanitarios han facilitado información sobre la necesidad de vigilar la evolución de los lunares y manchas de nuestra piel, para controlar, mediante autoexploraciones, la posible aparición de melanomas, un tumor maligno de la piel muy agresivo y con una gran capaci-dad para crear metástasis con rapidez. Según los especialistas en Dermatolo-gía, si no se detecta a tiempo, tiene muy mal pronóstico. La aparición de metástasis hace que la supervivencia a los cinco años sea casi nula. De ahí que sea fundamental estar pendiente de los primeros signos, que son la aparición de manchas marrones o negras y un cambio de color de la zona en cuestión.
En España, las tasas de incidencia de melanoma se han triplicado en los últimos 20 años en ambos sexos, siendo más elevada en mujeres. Por otro lado, las tasas de cáncer cutáneo no melanoma –los más frecuentes son los llamados carcinomas espinocelular y basocelular- se han duplicado en este mismo periodo, siendo más elevada en varones. Se estima que una de cada seis personas padecerá un cáncer de piel a lo largo de su vida. Además, no hay indicios de que esta tendencia vaya a disminuir en los próximos años. Por el contrario, diversos factores como el envejecimiento de la población, la reducción de la capa de ozono y los hábitos de vida al aire libre, predicen incluso un empeoramiento de la situación, de ahí la importancia de incidir en la prevención.
Sin embargo, los especialista en Dermatología resaltan que el cáncer de piel puede evitarse con unos hábitos adecuados de fotoprotección desde la infancia: limitando el tiempo de exposición solar al mediodía; poniéndose a la sombra; reduciendo la exposición solar directa mediante el uso de ropa, sombrero, gafas de sol y cremas fotoprotectoras siempre que se realicen actividades al aire libre; y en cualquier caso, evitando el empleo de cabinas de bronceado artificial con intención cosmética.
Para proteger la piel del sol es necesario utilizar cremas protectoras adecuadas, con un factor de protección no menor de 30 y mayor de 50 para aquellas personas que tienen una piel muy sensible o sufren enfermedades agravadas por el sol. Además hay que aplicar la protección correctamente, sobre la piel seca, en cantidad suficiente, 30 minutos antes de la exposición, y renovándola con frecuencia, sobre todo, si se está en contacto con el agua.
Prevención contra Altas Temperaturas
La Consejería de Salud y Bienestar Social ofrece cada año consejos de índole general ante la subida de temperaturas que pueden ayudar a combatir los efectos del calor en el organismo. Se recomienda evitar las salidas y actividades físicas en las horas de más calor, especialmente entre las 11 y las 17 horas, y mantenerse a la sombra. Es aconsejable vestir ropa ligera y amplia (de algodón, por ejemplo), de color claro y llevar la cabeza protegida. También se recomienda cerrar las ventanas y cortinas en las fachadas expuestas al sol y mantenerlas cerradas mientras la temperatura exterior sea superior a la interior. Por otro lado, hay que tener especial atención a ancianos y niños, que son más susceptibles al exceso de calor ambiental y corren un mayor riesgo de deshidratación.
Además, se aconseja permanecer en las habitaciones más frescas del domicilio, ducharse o bañarse varias veces para refrescar el cuerpo o humidi-ficar las ropas. Es importante que se beba abundantes líquidos (agua, zu-mos...), incluso sin sed e intentar no consumir bebidas alcohólicas y tomar frutas y verduras.
También durante el verano es cuando se debe extremar al máximo el cuidado de los alimentos con el objeto de evitar las intoxicaciones alimenta-rias. La causa es la inadecuada conservación y manipulación de los productos alimenticios, debido a las elevadas temperaturas, que favorecen la propaga-ción de virus y bacterias. Para ello, se recomienda extremar la limpieza de los alimentos frescos, no romper la cadena del frío, organizar adecuadamente la comida en el frigorífico y evitar alimentos que contengan huevos frescos en caso de excursiones.
Igualmente, en esta época se realizan actividades deportivas, muchas veces sin suficiente protección contra el calor, que pueden tener consecuen-cias para nuestra salud. Entre estos efectos se incluyen los calambres por calor, habituales en personas que hacen ejercicio intenso y prolongado, la deshidratación en personas que sudan profusamente, por lo que pierden agua y electrolitos, y el agotamiento por calor, que puede desembocar en un golpe de calor, muy peligroso para la salud. Precisamente la campaña del Euromela-noma de este año incide en la necesidad de protección solar y concienciación de este colectivo.
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