No parece ser bueno para la democracia local ser el máximo dirigente provincial del PP al mismo tiempo que presidente de la Diputación. La labor puede confundir lo partidario con lo institucional y hacer olvidar que la institución provincial es de y para todos los malagueños, vivan en el municipio que vivan y tengan su ayuntamiento del color político que las urnas han querido. Esta confusión de intereses en Málaga viene generando problemas, roces y enfrentamientos desde el inicio del mandato del presidente de la Diputación, Elías Bendodo y los alcaldes de los municipios que no son de color azul pepero.