Es de bien nacido, ser agradecido. Y como muestra de ello, el pasado día ocho de mayo, se publicó en este periódico, el agradecimiento del alcalde de Los Blázquez agradeció la heroica labor desarrollada por el cuerpo de bomberos en la retirada de varios nidos de cigüeña, concretamente cuatro de los seis que formaban la colonia que habita en Los Blázquez. Gracias a estos trabajos y a la preocupación del equipo de gobierno, los vecinos de Los Blázquez pueden respirar tranquilos porque en su municipio ya no existe el riesgo de morir aplastado por un nido de las cigüeña, nidos que, por cierto, existían desde siempre en la torre de la Iglesia, habiéndose ganado el cariño y respeto de casi todos sus vecinos y vecinas.
Quisiera continuar completando dicho agradecimiento, pues hay más personas a las que la corporación local también les debe agradecer que tan loable actuación haya sido posible y sin cuya colaboración, estos hechos nunca podría haber llevado a cabo. Deben mostrar su agradecimiento a las autoridades competentes que les están permitiendo incumplir diversas leyes medioambientales, como bien saben que están haciendo. El citado artículo expone literalmente que el equipo de gobierno municipal solicitó a la Delegación de Medio Ambiente en Córdoba, la posibilidad de evacuar esos nidos para evitar accidentes innecesarios; dicha información está incompleta y creo que es de imperiosa necesidad, el aclarar en qué consiste el verdadero permiso que la Junta de Andalucía le otorgó, especialmente para evitar que la sociedad pueda llegar a la conclusión errónea de que la destrucción de los nidos de cigüeña está permitida. En un primer momento, el ayuntamiento de Los Blázquez solicitó a la Delegación de Medio Ambiente, la retirada de los seis nidos de cigüeña blanca situados en la torre de la Parroquia Ntra. Señora del Rosario, con fecha de entrada en la delegación de 11 de julio de 2011, a lo que la delegación le remitió una serie de deficiencias que debía subsanar; con fecha de 30 de agosto del mismo año, el ayuntamiento de Los Blázquez decide entonces que en lugar de tirar los seis nidos, mejor sólo dos, a ver si los requerimientos son diferentes. La delegación de medio ambiente le concedió el permiso con los mismos condicionantes pero, esta vez, para dos nidos (algo que resulta de lógica común). El permiso otorgado consistía en la sustitución de los nidos naturales a retirar, por nidos artificiales o plataformas, los cuales deberían ser tapizados, preferentemente, con la vegetación que formaba los nidos existentes o con una nueva vegetación, pero siempre dejando una capa densa y tupida. Los nuevos nidos deberían ponerse en el lugar donde se encuentran los nidos a retirar o en sus cercanías. Además, se le dijo que deberían notificar la fecha del cambio de los nidos con 48 horas de antelación, para que Agentes de Medio Ambiente se personasen durante las operaciones de desmontaje y retirada de los nidos actuales y montaje de las plataformas, colocación de los nidos artificiales y recubrimiento vegetal de los mismos. Señala también que en todo momento, se deben seguir las indicaciones de los Técnicos y Agentes de Medio Ambiente provinciales, pero parece ser que al alcalde de Los Blázquez le es más que suficiente con los bomberos y el área de seguridad ciudadana de su gobierno local. Esta autorización estuvo vigente hasta el 30 de enero de 2012, fecha hasta la que estaba permitido la sustitución de los nidos para no afectar al periodo reproductor de las cigüeñas, para concluir con la afirmación de que la inobservancia de las medias expuestas o el incumplimiento de la normativa vigente en materia de especies protegidas, motivará la anulación inmediata de la autorización. A finales del año pasado, el gobierno municipal de Los Blázquez destruyó cuatro de los nidos de la colonia, ignorando por completo las condiciones a las que le obliga la ley, lo que anula totalmente el permiso, como queda claramente reflejado en la autorización.
Por tanto, el ayuntamiento de Los Blázquez ha destruido los nidos de las cigüeñas sin permiso e incumpliendo varias leyes ambientales, acompañado por la falta total de raciocinio que apoya estos actos. Se trata de una especie incluida en el Anexo II del Convenio de Berna, relativo a la conservación de la vida silvestre y del medio natural de Europa (Decisión 82/72/CEE del Consejo, de 3 de diciembre de 1981); aparecen en el reciente Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero) y, a nivel autonómico, también es una especie protegida por la ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Como bien le informó la Delegación de Medio Ambiente al alcalde de Los Blázquez, la cigüeña blanca se encuentra recogida en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas que crea la Ley 8/2003 de 28 Octubre de la Flora y Fauna Silvestres, donde aparece catalogada como De Interés Especial. Así pues, el ayuntamiento de Los Blázquez sabe perfectamente que está prohibido dañar intencionadamente sus nidos, independientemente de que se encuentran vacíos, e incluso inquietarlos, especialmente durante el periodo de reproducción. Y aún así, no sólo derribó los nidos y ni los ha repuesto, sino que a día de hoy, se encarga de que las cigüeñas que intentan rehacerlos, no lo consigan porque están tirando continuamente los nuevos nidos que estos pobres animales intentan rehacer en su colonia. Así que ya no se trata de un aspecto de imperdonable y simple dejadez. A mediados del mes de abril, las cigüeñas ponen sus huevos, los cuales deben ser incubados durante 32 días; no hay que ser un especialista en la materia para caer en la cuenta de que las cigüeñas propietarias de los nidos destruidos no podrán llevar a cabo su correspondiente puesta y que los dos nidos que no retiraron, están siendo molestados en la fecha tan crucial en la que se encuentran de su periodo reproductor, con los frecuentes trabajos de retirada de los nuevos nidos que los operarios del ayuntamiento llevan a cabo a la orden de su alcalde. Existen medidas diferentes a las adoptadas por el ayuntamiento, medidas que les comunicó la delegación de medio ambiente y que hacen compatible la convivencia entre cigüeñas y demás vecinos del municipio, tal y como hasta ahora había sido. Por un lado, la Delegación de Medio Ambiente informó al ayuntamiento de Los Blázquez cómo tenía que actuar e incluso le concedió una oportunidad más de subsanar los errores, tras conocer los hechos; en respuesta, la actitud del gobierno local es la expuesta en este escrito. Las autoridades competentes son conocedoras de estas circunstancias y no han movido ni un dedo para que no llegáramos a esta situación, en la fecha en la que estamos.
Gracias a actuaciones como estas, la cigüeña blanca estuvo catalogada como vulnerable a la extinción y, para evitarlo, existe tanto la normativa citada, de obligado cumplimiento, como las entidades públicas que deben garantizar su ejecución, aunque lamentablemente, siempre hay excepciones. Es terrible que sucesos como el que nos ocupa, ocurran con la libertad que concede tener amigos en determinados sitios, pero nadie debe pasar por alto capítulos tan vergonzosos como el que está sucediendo en Los Blázquez. Ocasionan un enorme daño a las cigüeñas, a su especie, pero además, he querido que esta injusticia sea conocida porque se muestra como algo de lo que enorgullecerse, cuando es todo lo contrario. Es una vergüenza que le estemos dando este ejemplo a los más pequeños: ¿qué mensaje les está haciendo llegar gente que actúa de esta manera?, ¿es que nadie se ha parado a pensar en las repercusiones sociales que tiene la ausencia de reacción frente a estas agresiones a nuestro patrimonio natural? Las cigüeñas de mi pueblo tienen derecho a vivir en su hogar, a contribuir con su especie; no somos nadie para decidir qué especie sobra en el complejo equilibrio que mantiene nuestro planeta. Como bien es conocido, la seguridad ciudadana no es incompatible con la coexistencia de las cigüeñas, pueden tomarse otras medidas que garanticen el tan proclamado desarrollo sostenible. Si considera que el lugar original de los nidos no es el adecuado, tiene la opción de ubicarlos en las cercanías de la colonia, cosa que tampoco se ha hecho. Como especie racional que se supone que somos, la protección de nuestro entorno es nuestra responsabilidad y ya va siendo hora de que alguien cumpla con sus obligaciones. Si alguien lee este artículo y tiene a su alcance algún medio de actuación, que lo haga. Este es el mío, siento no haber podido hacer más. La ley no es igual para todos y yo lo he comprobado. Por las cigüeñas, por los otros animales que, por extensión de este caso, sufrirán los mismos hechos, por nosotros, los que estamos y los que vendrán, por favor, que no cunda el mal ejemplo.Ciudadano de Los Blazquez
Pie de foto: Fotografía de bombero retirando nidos de cigüeña blanca en el municipio de Los Blázquez (publicada el 08/05/2012, www.infoguadiato.com)