Desde el inicio del partido se producen jugadas en las que los dos puntas del Peñarroya llevan el peligro a la portería del equipo local, pero el gol no llega. Así transcurre la primera media hora del partido con muchas oportunidades que no terminan de culminar.
A los treinta y tres minutos en una internada por la banda izquierda que al llegar al área del equipo local culmina en un centro que recibe el número 9 del Peñarroya (José). Este recorta a un defensa y desde el mismo borde del área dispara batiendo al portero con un tiro cruzado.
El segundo gol llega al cuarto de hora del comienzo de la segunda parte en una jugada al primer toque entre el número 8 del Peñarroya (Ángel) y el número 9 (José). Este último se adentra hasta el área del Naranjo por la banda derecha y centra un balón que recoge el número 10 (Miguel Ángel) que remata y marca.
En un corner por la banda derecha el número seis del Naranjo (Rafael) recibe un balón despejado por la defensa del Peñarroya y con tiro ajustado al larguero bate al portero del Peñarroya.
En el minuto setenta y uno un pase largo desde el medio campo al número diez del Peñarroya (Miguel Ángel) le da ventaja por su mayor velocidad. El jugador se escapa de la defensa local encarando al portero al que recorta y bate sin dificultad.
A siete minutos de terminar el partido se cuelga un balón en el punto de penalti del Naranjo para el número nueve del Peñarroya (José) que no puede llegar, pero el portero no es capaz de controlar el bote y el jugador, muy atento, aprovecha para robar la pelota y ante la pasividad de portero y defensa volver a aventajar a su equipo.
Ya a dos minutos del final se produce una falta por la banda izquierda alejada del área grande. Se encarga de ejecutarla el número quince del Peñarroya (José Antonio) que con un tiro ajustado al larguero deja al portero sin opciones y se produce el quinto gol con el que se llegaría al final del partido.
Este partido demuestra que el equipo puede conseguir buenos resultados y que los chavales se esfuerzan hasta el último minuto por conseguirlo sea cual sea el resultado. Por tanto una merecida victoria y una buena dosis de moral para el próximo partido.