23 de octubre de 2011 | Miguel A. García
Concierto en La Mayor
EL MAESTRO CERRATO ES DE ESAS PERSONAS QUE SIEMPRE TIENES QUE CONOCER, DE ESAS PERSONAS QUE MARCAN TU VIDA
D. Antonio Rodriguez Cerrato `El Maestro Cerrato`
Quizás pudiera ser una de las respuesta que me diera si le preguntara cuál es su obra favorita, porque él siempre fue inmensamente mozartiano, tiene enorme debilidad por el genio austriaco, incluso creo que poseen numerosas cosas en común. Claro que también es muy wagneriano. De lo que sí doy fe realmente es que este Concierto en La Mayor para Clarinete y Orquesta de Mozart, segundo movimiento, sería una de las composiciones que señalaría entre otras muchas. La melodía qua canta este instrumento abriéndose camino entre el océano que genera la orquesta siempre cautivó de una manera especial al Maestro, al Maestro Cerrato.
Aun recuerdo la primera vez que afortunadamente pisé su cochera, calle Zorrila s/n, puerta color vino, centro musical por el que pasaron generaciones y generaciones de músicos peñarriblenses. Lo primero que uno veía nada más entrar en su caverna era al Maestro con su popular semblante serio, voz abaritonada de ópera dramática y canas al aire propias del gran Karajan. Un metro más arriba, a su espalda y presidiendo la sala, un cuadro de Beethoven que rezaba “Haced todo el bien posible, amad la libertad sobre todas las cosas y ni aun por un trono traicionéis la verdad”. Rápido se daba uno cuenta que ese era el lema de su filosofía, todo debía partir de esa tres premisas, un pensamiento comprendido por unos e incomprendido por otros. Hablar del Maestro es hablar del maestro de los maestros, de una persona que ha puesto banda sonora a nuestra comarca durante más de cincuenta años. Escribir sobre él en un artículo seria una auténtica locura, lo que hizo, lo que supone para Peñarroya su figura, lo que representa para mucha gente,…Cuando hablas con Antonio siempre menta de entre su dilatada carrera sus dos últimos y grandes proyectos, los que más marcaron su vida.
Nada fácil supuso convertir cien orejas en cien oídos, con violín en mano y como sala de ensayo un casino casi en ruinas, quizás pudo ser su obra culmen. Poner en marcha o mejor dicho resucitar todo un Real Centro Filarmónico “Rodríguez Cerrato” con una veintena de instrumentistas y casi cien voces en su época más dorada es un logro al alcance de muy pocos. Con errores, por supuesto, como a todos nos pasa, pero con más aciertos. Probablemente algo Mourinhista, como diríamos hoy día. Las palabras elegantes nunca fueron sinceras para él y las sinceras no son elegantes. Su final allí coincidió con el nacimiento de la orquesta que actualmente dirige su nieto, la OPP. Su formación más preparada y delicada en cuanto a la producción de sonido se refiere, más de la mitad de oppistas pasaron gracias a él por conservatorios y universidades en busca de profesionalizar su sueño. Muchos lo consiguieron. Su objetivo siempre fue ofrecer cultura a cambio de nada. Sin cobrar ni un duro. Justo es señalar que el Maestro Cerrato supo rodearse siempre bien para capitanear sus barcos y grandes buques.
Estas líneas no pretenden homenajear a nadie, ni siquiera a él. Mi particular homenaje es poder seguir tomándonos unas cervezas juntos, mientras pincha cualquier fragmento de su infinita colección de vinilos, charlando y debatiendo sobre versiones, escenarios y sellos. Del director, del conccertino, del viento, del tempo, o simplemente de la excelente base armónica que conforman las notas, y que ojalá la vida misma copiara en muchos aspectos, porque todo iría mejor…, como siempre afirmó. Poseedor, sin duda alguna, de la mayor biblioteca y discoteca musical que nunca vi, ni la ventana al mundo que supone internet me ofrece sus fuentes de documentación. Lo que me sigue verdaderamente llamando mucho la atención es que después de tantos años, y sobre todo después de estos últimos en los que no atraviesa por sus mejores momentos, mantiene intacta la pasión que pone en cada palabra que pronuncia cuando el pentagrama invade su pensamiento. Para mí, cada charla con él, fue una lección. Leer un libro pero con emoción real y sincera.
El Maestro Cerrato es de esas personas que siempre tienes que conocer, de esas personas que marcan tu vida, un hombre que en cuanto abre la boca capta de inmediato tu atención sabiendo y esperando que siempre tiene algo que decir y por lo que uno debe callar, atender y aprender. Un loco que siempre vivió y vive allegro no man troppo. Su amor por la melodía no conoce límites, su disposición ante el atril tampoco, a partir de ahí se gesta una fórmula propia y delicada de la que bebe a diario y de la que sus amigos nos beneficiamos agradeciéndole enormemente el habernos introducido de una manera tan mágica en el bello arte que es la música.
Comentarios
ManolinPya
23-10-2011 23:08:20
Yo he tenido la suerte de conocer a don Antonio Rodriguez Cerrato como maestro y como persona, y com...
antonio
23-10-2011 18:13:05
!! Que Gran Maestro de la música!!, vive por y para la música.Dios te tenga entre nosostros mucho t...
ManolinPya
23-10-2011 23:08:20
Yo he tenido la suerte de conocer a don Antonio Rodriguez Cerrato como maestro y como persona, y como muy bien dices en el articulo es una persona que me ha marcado de por vida. Siempre le estaré agradecido por todo lo que me ha enseñado. Ojala hubiese mucha gente como él, que siempre ha luchado por lo que amaba, la música y su Peñarroya.
antonio
23-10-2011 18:13:05
!! Que Gran Maestro de la música!!, vive por y para la música.Dios te tenga entre nosostros mucho tiempo.Eres una gran persona y no digamos musicalmente.Gracias maestro, por habernos dejado tanto arte, aúnque algunos, no han sabido reconocerlo,pero son pocos.Gracias de nuevo.
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