22 de agosto de 2011 | Cinco Días
Alta tecnología guadiateña para blindar alimentos
EL GRUPO PLASTIENVASE DISPONE DE TRES PLANTAS DE PRODUCCIÓN: DOS DE ELLAS EN CÓRDOBA (VILLARRUBIA Y ESPIEL) Y UNA DE RECIENTE ADQUISICIÓN EN FRANCIA
Alta tecnología en el Valle del Guadiato
El grupo Plastienvase, con sede en Córdoba, se ha convertido en una referencia en el mercado español del envasado de productos alimenticios y va camino de lograr este mismo posicionamiento en Europa. Muchos de los plásticos flexibles de las legumbres, de las bandejas semirrígidas de charcutería o de los envoltorios de las pizzas que vemos en los supermercados españoles han salido de las plantas de esta empresa que, a través de los fabricantes de estos productos, sirve a firmas líderes como Mercadona o Carrefour.
La compañía ha adoptado la última tecnología del sector y gracias a una activa política de inversiones y de I+D+i ha puesto en marcha desarrollos propios hasta lograr comercializar materiales plásticos más ligeros y resistentes, a la altura de los mejores del mercado. De esta forma, los fabricantes de alimentación, que son sus principales clientes, pagan menos tasas de reciclado y los consumidores disponen de artículos mejor conservados y de mayores garantías.
La firma lleva más de veinte años innovando en este sector, pero su verdadero salto tuvo lugar hace dos años, cuando no se dejó intimidar por la crisis y adquirió una empresa francesa del mismo tamaño, lo que le permitió doblar facturación y lanzarse a crecer en el mercado europeo.
Según explica Joaquín Carbonell, responsable de desarrollo de producto y marketing de Plastienvase, la empresa se encuentra en este momento integrando en uno solo su balance y el de la filial francesa. Esta, situada al norte del país vecino, en la localidad de Arras, dispone de una localización estratégica para abordar el mercado comunitario, ya que se encuentra muy cerca de Bélgica, Alemania y Reino Unido. Además, su tecnología de fabricación es plenamente complementaria a la que posee Plastienvase en sus dos plantas cordobesas.
En este ejercicio, marcado por la debilidad macroeconómica y por la digestión de la fusión, el grupo español solo aspira a mantener sus ventas de 90 millones de euros, pero a partir del año próximo su prioridad será reforzar su posición en Francia y crecer en el Benelux y los países nórdicos. La fábrica gala abastece al mercado internacional, mientras que las plantas cordobesas atienden principalmente a los clientes españoles.
Productos estrella
Además de ampliar sus mercados, Plastienvase pone especial énfasis en seguir mejorando sus productos en la dirección de fabricar envases, en palabras de Carbonell, "cada vez más ecológicos". En este campo, su producto estrella es la lámina llamada Sol. Se trata de un finísimo plástico hecho de múltiples capas y solo 25 micras de espesor que reduce el peso de los envases un 40% y es todavía más resistente a agentes externos que deterioran los alimentos, como la humedad y el oxígeno. Este innovador producto, que ha contado con las ayudas de los fondos Feder que concede el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), ya está en el mercado y podemos verlo en las tapas de las pizzas o los precocinados.
Gracias a este material de última generación, que también prolonga la vida y la seguridad de los alimentos, los fabricantes se ahorran tasas de reciclado y pueden lucir en sus envases un sello verde que los distingue como productos escasamente contaminantes.
Las láminas desarrolladas por medio de este proyecto de investigación proporcionan, por tanto, una alta barrera protectora sin necesidad de incorporar compuestos organoclorados, nocivos para el medioambiente y prohibidos en muchos países del norte de Europa. Además, la reducción del espesor (cantidad de polímero) en los materiales empleados permite obtener ahorros sustanciales en materias primas, energía de proceso y logística.
La apuesta por incorporar la última tecnología disponible y lograr desarrollos propios ha sido una constante en Plastienvase. Antes de esta última innovación, en 2009, la firma ya había cerrado nuevos contratos europeos gracias a otro producto. Entonces fue un nuevo envase de plástico para uso alimentario con capacidad de resellado, es decir, que la tapa de la bandeja se puede abrir y cerrar de forma hermética tantas veces como se quiera.
También destaca en su oferta la fabricación de bolsas de varias capas con sistema Doypack, es decir, que pueden permanecer de pie en las estanterías y permiten la esterilización. Estos envases pueden además ser abiertos y cerrados sin que ello produzca alteraciones en sus propiedades de sellado.
En cuanto a los principales clientes, Plastienvase vende a fabricantes líderes como Campofrío o Nestlé, aunque su cartera está muy diversificada y ninguna de estas firmas supone más del 10% de su facturación. A juicio de Joaquín Carbonell, este es uno de los puntos fuertes de la empresa, que también ha capeado bien la crisis gracias a su decidida apuesta exterior. La compañía también trabaja para Herba, la marca de Ebro Puleva líder en arroces, y para proveedores de grandes superficies. En el segmento de los envases de arroz, acaba de lanzar en el mercado alemán una bolsa plástica especialmente diseñada para cocinar este producto en el microondas
La empresa cordobesa dispone de tres plantas de producción: dos de ellas en Córdoba (Villarrubia y Espiel) y una de reciente adquisición en Francia (Arras). En conjunto, las tres fábricas disponen de una capacidad de producción de 40.000 toneladas de envases al año.
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