25 de mayo de 2011 | Adalberto García-Donas León
Cruz Chiquita de Peñarroya-Pueblonuevo
TODOS SUS COSTALEROS Y COSTALERAS, HAN PASADOS DOS DÍAS DE CONVIVENCIA EN EL CAMPO
Cruz Chiquita de Peñarroya-Pueblonuevo
Poco a poco, lo que empezó siendo un simple día de campo, se está convirtiendo en toda una tradición, donde costaleros, costaleras, capataces, contraguías y coordinadores de la Cruz Chiquita de la Parroquia Santa Bárbara de Peñarroya-Pueblonuevo, conviven entre juegos y actividades, días después de haber salido en procesión y abrir así la celebración de las Cruces de Mayo en la localidad.
Como muchos saben, se trata de un paso portado por costaleros y costaleras, muy jóvenes, con edades entre los 7 y los 15 años, deseosos todos ellos de llegar a sacar los pasos de los mayores cuando lleguen a la edad establecida en cada uno de ellos.
En esta ocasión, los coordinadores han querido dar un paso más y han organizado dos días y medio de campo para todos ellos, desde el más pequeño, hasta el más grande, con sus correspondientes noches para los mayores de 12 años. Así pues, estos últimos comenzaron su actividad el viernes 20 de mayo por la tarde, desplazándose andando desde Peñarroya-Pueblonuevo hasta una casa de campo, propiedad de la familia Ledesma Jurado, situada en el paraje conocido como El Mariscal, en la zona de las “Parcelas de Vadillo” junto al camino que lleva a la Ermita de San Bernardino. Allí montaron las tiendas de campaña, donde pasaron las noches del 20 y 21, y el domingo 22 de mayo entero, junto con los más pequeños que los llevaron y recogieron sus padres los días 21 y 22.
La actividad se desarrollo a ritmo frenético, donde los más agotados, como suele ocurrir en estos casos, fueron los propios organizadores. A lo largo de estos dos días y sus correspondientes noches, entre desayunos, comidas, meriendas y cenas, han participado en multitud de juegos, talleres y concursos, visualizando la proyección de su última salida procesional, para terminar con la celebración de una preciosa Misa Campestre, oficiada como sólo el sabe hacer, por José Antonio Gallego Gordillo, consiliario muy querido de esta Pro-Hermandad, conocido por infinidad de costaleros y costaleras como “Padre Balilla”, cariñoso apodo que le viene de su abuelo Ricardo Gordillo Díaz “El Balilla” creador del grito “Al cielo con ella”, bajo las trabajadoras de María Stma. de las Angustias, de la Hermandad de “Los Gitanos” de Sevilla. En la actualidad, aunque su destino sacerdotal está en la capital cordobesa, no pierde la ocasión de venir a Peñarroya-Pueblonuevo, a su pueblo de adopción, en cuanto su apretada agenda se lo permite.
Los alrededor de cincuenta niños, niñas y gente joven, más todos los que a última hora se unieron, padres, madres y amigos, que quisieron asistir a esa misa tan especial, terminaron degustando un excelente chocolate con churros, hasta fin de existencias.
Seguro que nadie quedó defraudado y todos querrán repetir el año que viene.
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