La matanza tradicional que se viene realizando año tras año, por la recuperación de nuestras costumbres en Peñarroya Pueblonuevo ha cumplido este año su séptima edición dio comienzo a las nueve de la maña con el encendido de la candela.
A las diez de la mañana los matarifes iniciaron el despiece de los dos cerdos sacrificados, que este año han sido cedidos por la empresa Oviporc Peñarroya, firma que gestiona el matadero de la localidad.
Más tarde, llegaba el desayuno, café con roscos de naranja y pestiños, dulces elaborados artesanalmente por las vecinas y colaboradoras. Sin perder un solo segundo, tocaba el desgorde y picado de la carne.
Las mujeres amasaban la sangre para las morcillas, el tocino y la carne picada para los chorizos y salchichones que tomaban forma introducidos en las tripas.
la buena climatología propició que se acercaran muchos vecinos hasta la Plaza Jardín, lugar donde año tras año se realiza esta matanza.
Tras las degustaciones para calmar el apetito de chichilla y panceta, y jamones curados de matanzas anteriores los asistentes disfrutaron de un cocido bien caliente y, cómo no, el vino, las cervezas y los refrescos donados por algunos almacenes.
Entre el humo de la candela, los visitantes de toda la comarca pudieron disfrutar un año más de la matanza y del buen ambiente.
Por la tarde a los asistentes se les agasajó con café y dulces típicos de la zona como pestiños, roscos y flores
La matanza estuvo organizada por el Consejo local de Participación ciudadana y el Ayuntamiento de Peñarroya.