Un año más la ciudadanía de Peñarroya ha vuelto a celebrar la festividad de la candelaria.
Debido a que el dos de febrero, día en el que se celebra, caía entre semana los peñarriblenses se han repartido entre el último fin de semana de enero y el primero de febrero.
Casi cada barriada suele tener su candela, así ocurría en la calle Gustavo Adolfo Becquer, en la barriada de la Guita, o en la explanada próxima al parque de la calle Málaga.
Durante la semana de antes al encendido de las hogueras, los vecinos se afanan a recoger troncos y todo tipo de madera para conseguir que el fuego esté vivo hasta la madrugada, momento en el que se pone el punto y final.
El encendido de las candelas coincide con la llegada de la noche, momento en el que los vecinos prenden fuego a las ramas.
Las carnes y las sardinas no faltan en las barbacoas que los vecinos comen durante toda la noche.
Cada vez son menos las tradiciones como esta, que se conservan, así que es de alabar que muchos vecinos las sigan manteniendo año tras año y lo que es mejor, que las nuevas generaciones las vivan, disfruten y ayuden a mantener la llama encendida.