12 de marzo de 2023 | Infoguadiato
Espiel inaugura una ruta con cinco escenas que reivindican su pasado minero: de la vagoneta al castillete
• La concesión La Luz, iniciada en 1863, llegó a ocupar buena parte de la extensión actual de la localidad debido a la calidad del carbón
Escena que recrea el transporte en vagoneta
Uno de los mayores peligros del trabajo en la mina siempre ha sido la presencia del invisible grisú, un gas incoloro e inodoro altamente inflamable y muy tóxico que se acumula en la parte superior de las galerías. Entre los siglo XVII y XIX, la única manera de eliminarlo era descomponiendo las bolsas que se creaban en las galerías a través de pequeñas combustiones. Para desarrollar esta arriesgada tarea existía un puesto de trabajo específico, conocido popularmente como el penitente.
Era un minero envuelto en manta de lana o cuero con la cara protegida por una máscara y una capucha, empapado por completo en agua, que se arrastraba por las galerías mientras sostenía con una mano un largo bastón con una antorcha encendida en su extremo, lo que provocaba pequeñas explosiones. Este trabajo, evitado por todos los mineros pese a que se pagaba mejor, se cobró la vida de numerosos profesionales hasta la invención de la lámpara de seguridad de Humphrey Davy en 1815.
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