La idea se fraguó a 800 kilómetros de distancia y en apenas 5 días se vio plasmada gracias al empeño de un enamorado de su PUEBLO, a un extenso grupo de patrocinadores-colaboradores en labores de intendencia-reclutamiento y a un Ayuntamiento colaborativo en todo lo que se le proponía.
Villanueva del Rey se reivindicó en esta actividad como un auténtico municipio “rural”. Hoy en día se entiende por rural aquellos municipios que no tienen ningún semáforo; y rurales son también todos los instrumentos y materiales que representan un modo de vida basado en una economía agropecuaria. Aunque sintamos la tentación de pensar que toda nuestra ciencia y tecnología son maravillosas no podemos olvidar que todo ello es el resultado de la evolución de unas etapas anteriores que desarrollaron nuestros abuelos y antepasados.
Villanueva del Rey ha puesto en valor una parte de su cultura, material e inmaterial a través de la 1ª San Silvestre Rural, no ha cortado el cordón umbilical que le une a sus tradiciones y costumbres; además se ha diseñado la actividad pensado en el divertimento a través de la exhibición de aperos agrícolas y ganaderos, muchos de ellos antiquísimos que mostraron con orgullo la identidad como municipio agrícola y ganadero: cañal de caña para la limpieza de las aceitunas que fue del abuelo Higinio, rastrillos, varas de chopo, varas de laurel, cántaras de leche, cencerros, horcas de madera, cestas de mimbre, cucharros, zurrones, mulas mecánicas, mascotas, un Renault 4 de la época a modo de coche escoba, pilotado por Tomé, el cronista oficial de la Villa, acompañado por D. Andrés el párroco de la localidad y en los asientos traseros, un abuelo del Hogar Parroquial emocionado entre tanto jolgorio. Se han conseguido varios logros en esta primera carrera, el más importante ha sido, creemos, aunar a todo el PUEBLO en una misma emoción.
Hubo infinidad de público expectante y más de 200 participantes, entre los que cabe destacar la presencia de los abuel@s del Hogar Parroquial Jesús Nazareno ataviados con su correspondiente dorsal y caras de emoción al recordar tiempos pretéritos; Félix “el canillo” nos deleitó con una preciosa poesía reivindicando la importancia de nuestro PUEBLO y la necesidad de luchar por él, como estrellas del evento destacar a la poni Valentina y la burra Margarita ataviada con cestas de mimbre antiquísimas, hubo agricultores de los de antes, caracterizados para la ocasión, arrieros, aceituner@s, pastores, cazadoras, destacando entre todos ellos Kike, con sombrero de cowboy, cencerro heredado de su abuelo con más de un siglo de antigüedad y un “azaón” al hombro de los que ya no se ven por nuestros campos, sin duda un hombre de los de antes.
Varios participantes desplegaron pancartas en señal de reconocimiento y agradecimiento al impulsor y creador de este evento festivo el cual se encontraba disfrutando de la prueba desde Asturias.
Eduardo con gran maestría, como lo hacen los rehaleros de Sierra Morena hizo sonar la caracola de la abuela Filomena, dando la salida a la prueba donde los participantes recorrieron las calles de la localidad a ritmo de cencerros y buen humor siendo llevados en volandas por la multitud allí congregada.
Al finalizar la misma, se exhibió un pan de pueblo de dimensiones desorbitadas cortesía del panadero local, conmemorativo de la 1ª San Silvestre Rural de la localidad, procediendo al sorteo de regalos gentileza de empresarios locales, alguno de los alrededores, artesanos, cooperativa, vecinos, Ayuntamiento, e incluso alguno procedente de Tarragona, finalizando el evento con una magnífica foto de grupo ante la fachada del antiguo Ayuntamiento de la localidad, citándose entre abrazos para la 2ª San Silvestre Rural, por eso los jóvenes salieron concienciados de que tirar lo antiguo se va a acabar dado que lo van a necesitar para la siguiente prueba.

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