Para la mayoría de población comprendida en el tramo de edad que va de los jóvenes a los carrozas, l...

Para la mayoría de población comprendida en el tramo de edad que va de los jóvenes a los carrozas, la semana santa de fuente obejuna es la escusa para un tiempo de ferviente y trajeado burraqueo fino y está muy asociada a la apertura de los cuartelillos. Son nada más que bares de copas, comidas y potas pero más lo primero y tercero que lo segundo. La Pasión de Cristo vivida con vasos de alcohol pegados a las manos mediante velcros que se injertan en la piel y el vidrio, la tira de tejido suave en los vasos y la tira que clava cosida en la palma de las manos. No por los clavos de Cristo sino por los velcros de quienes celebran la Pasión y Muerte como una reunión anual de migrados donde saludar, beber, comer y hablar de cómo van esas vidas académicas, profesionales, personales y sentimentales, pero que cambien los velcros de posición y pongan el rugoso en los vidrios y el aterciopelado en las manos pues da muy mala sensación cuando chocas los cinco con quien te pregunta cómo te va la vida y te dice que se la narres tomando una copa tras otra, así nadie se da cuenta de lo falso que pueden llegar a ser los sentimientos cofrades cristianos.