Dos goles de David Carmona llevan al Peñarroya su tercera victoria

EL PEÑARROYA SE REHACE TRAS EL EMPATE INJUSTO, APROVECHANDO SUS OPORTUNIDADES

lance del juego

PEÑARROYA CF: 2
UD MARINALEDA: 1
Peñarroya: Andrés, Salva, Marín, Diop, Gato, Chato Fernández (Cisco, 64´), Carrión, Neftalí, David Carmona, Emma (Montenegro, 70´)y Gari (Hugo, 53´)
Marinaleda: Casi, Eloy, Oliver, Pastor, Moyano, Ezequiel, Isco (Javi López, 55´), José Carlos, Dani, Cisco (Amador, 81´) y Miki (Sebastián, 64´)
Goles: 1-0 David Carmona (10´), 1-1 Ezequiel (69´) y 2-1 David Carmona (76´)
Árbitro: García Álvarez, colegiado melillense. Arbitraje cuestionado por ambos equipos en los fuera de juego y especialmente por los locales en el penalti que supuso el empate. Mostró amarilla a los locales Salva, David Carmona, Cisco y Hugo
Municipal de Peñarroya-Pueblonuevo, con unos 600 espectadores
El Peñarroya ha vuelto a vencer en su feudo en un difícil encuentro, sobreponiéndose a otro penalti en contra ante un Marinaleda muy intenso. Para ello tuvo que aprovechar mejor sus oportunidades de gol contando con la eficacia de Carmona, la seguridad de Andrés, la creatividad de Hugo y el apoyo del graderío, que supo colaborar para insuflar confianza.
Y es que no las tenía todas consigo el equipo de Hueso. De inicio Juanmi Puentenueva reservó varios de sus titulares en el ataque con la clara intención de emplearlos en la recta final para aprovecharse de una defensa fatigada y liquidar el choque. Y a punto estuvo de que le salieran las cuentas. Mientras que el Peñarroya debió alinear a Emma y Gari, que no habían tenido una buena semana. En definitiva, el comienzo del partido nos mostró a un Marinaleda que parecía enloquecido en su derroche físico y un Peñarroya que se desperezaba poco a poco; así en el minuto 3, Cisco pudo aprovecharse de un error de su marcador Diop, encontrando la espalda y encarando a Andrés, que pudo desviar el remate claro del delantero. El cazagoles del Marinaleda falló inexplicablemente; sin embargo David Carmona no lo hizo en el minuto 10, ya que tras centro de Marín en el extremo izquierdo, el balón llegó a Emma que peinó desde el primer palo, para que Carmona controlase y rematara ante Casi.
Al gol, le sucedió un periodo de lucha por la posesión en el medio del campo donde, a excepción de Carmona en el 31´, nadie se acercó a la portería del contrario. Aunque poco a poco y hasta final de la primera mitad, el Marinaleda retomó el control de la posesión, con un Peñarroya jugando al contraataque y disfrutando de oportunidades. Así, Marín tiró desde el frontal una conducción que se marchó junto al larguero (32´), Oliver a punto está de sorprender a Andrés de tiro potente al primer palo, cuando se esperaba un centro desde el extremo derecho (35´) y un despeje de cabeza defectuoso de Gato, llevó el balón a la línea de gol local ante la entrada en tromba de los atacantes sevillanos.

Pero lo mejor estaba por llegar, el empate visitante y el definitivo 2-1 que hacía bueno lo del fortín de Casas Blancas que tanto le gusta a Hueso. Sin cambios saltaron ambos equipos en el segundo periodo y desde el comienzo los de Juanmi Puentenueva se emplearon en asediar la portería de Andrés. El cazagoles sevillano, volvió a fallar un gol claro tras rematar de cabeza en el segundo y mandarlo por alto (49´) y dos minutos después, tras saque de corner visitante, se pidió mano de Neftalí (51´); pero no fue hasta que Puentenueva movió el banquillo y especialmente con la entrada de Javi López y Sebastian, cuando el Marinaleda se mostró realmente peligroso. En el 68´ un balón tras la espalda de Gato, habilita a López que recibe penalti de Salva. Lo transformó Ezequiel de potente tiro cruzado a la derecha del meta. Hueso reaccionó y también movió el banco apostando por Hugo en el ataque que desde hacía unos minutos ya se estaba dejando notar. Y cuando los más pesimistas temían en las gradas la remontada visitante, Hugo recibió en medio campo, pasó a la espalda del centro de la defensa y encontró a Carmona que batió cruzado de tiro raso. El final del partido se hizo interminable, que se alargó hasta el 94 y sirvió para alertar al Peñarroya de que no puede basar la consecución de sus objetivos, sólo depositando su confianza en las victorias como local.