La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) ha contemplado la necesidad de nuevas celdas de almacenamiento en las instalaciones de El Cabril para los residuos radiactivos de baja y media actividad.

En un comunicado, Enresa ha informado de que se ha presentado en la Secretaría de Estado de Energía el borrador del séptimo Plan General de Residuos Radiactivos que fija la estrategia para la gestión de los de residuos radiactivos que se generan en España.

Dicho borrador, que deberá pasar su tramitación ambiental correspondiente, propone que la gestión de los residuos de muy baja, baja y media actividad, que engloban residuos procedentes de la operación y del desmantelamiento de centrales nucleares y los producidos en hospitales, laboratorios e industrias, siga desarrollándose en el centro de almacenamiento de El Cabril.

En relación con los residuos de muy baja actividad, en el borrador se constata que existe una «capacidad autorizada» en dicho centro «superior a la necesidad de almacenamiento de este tipo de residuos prevista en el futuro». No obstante, para los residuos radiactivos de baja y media actividad, Enresa contempla la «necesidad de nuevas celdas de almacenamiento». El documento responde a la obligación de actualizar el vigente plan, aprobado en el año 2006, y recoge la senda de cese de operación de las centrales nucleares, cuyos siete reactores actuales pararán definitivamente entre los años 2027 y 2035.

Dadas las características y dimensión del parque nuclear español, el borrador mantiene como estrategia de gestión del combustible gastado el denominado «ciclo abierto», es decir, que no se contempla el reprocesado sino el almacenamiento de los residuos generados por las plantas.

«Por primera vez -destaca el comunicado-, Enresa dispone de un calendario que le permite realizar una previsión de desmantelamiento total inmediato de todas las centrales, tras su cese de operación, y consecuentemente una estimación precisa del volumen total de residuos a gestionar».

En cuanto al almacenamiento temporal del combustible gastado de las centrales nucleares y de los residuos de alta actividad, el borrador del plan contempla un Almacén Temporal Centralizado para la gestión de estos materiales, que estaría operativo en el año 2028. No obstante, en la documentación ambiental que acompaña al borrador se contemplan diferentes opciones: un único emplazamiento ATC (Almacenamiento Temporal Centralizado) o varios ATD (Almacenamiento Temporal Descentralizado). Durante la tramitación del plan se deberá definir si se mantiene la estrategia de una única instalación centralizada, como contempla el plan vigente, o se opta por varios emplazamientos.

Tras el almacenamiento temporal, el borrador presentado prevé la opción del Almacenamiento Geológico Profundo (AGP) como estrategia de gestión definitiva del combustible gastado de las centrales nucleares y de los residuos de alta actividad, lo que «se considera la alternativa más sostenible y segura», continúa el comunicado de Enresa, que indica que la previsión es que pudiera estar operativo en el 2073. «Esta solución es la que concita mayor acuerdo internacional, tal como se señala en el preámbulo de la Directiva 2011/70/Euratom, por la que se establece un marco comunitario para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y de los residuos radiactivos», concluye.

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