El pasado 10 de julio se presentó el libro “150 años de ferrocarril en Belmez”, que recoge la historia del ferrocarril en esta población y la comarca del Guadiato desde que el 1 de abril de 1868 se abrió la línea Almorchón-Belmez.
La presentación se hizo en la antigua estación de Belmez-Ermita, donde se ubica actualmente la piscina municipal, que conserva el antiguo edificio, y en ella participaron el alcalde de Belmez, José Porras, Rubén Cañamaque, presidente de la asociación La Maquinilla, y el autor del libro, José A. Torquemada Daza.
Cinco líneas férreas se llegaron a establecer en esta cuenca minera, Almorchón-Belmez, Belmez-Córdoba, Fuente del Arco-Peñarroya, Peñarroya-Puertollano y el ferrocarril minero de Cabeza de Vaca a El Porvenir, y , además de referirse a todas ellas, el alcalde repasó alguna de las muchas anécdotas que se recogen en el libro, como fueron los viajes de los equipos de fútbol o que con la llegada del ferrocarril empezó a consumirse pescado fresco en la comarca, algo que antes era imposible.
José Porras acabó su intervención dando a conocer las gestiones que se llevan a cabo para poner en normal funcionamiento la línea Almorchón-Belmez-Córdoba, que si actualmente se utiliza por trenes carboneros para llevar el combustible a la central térmica de Puente Nuevo, el anunciado cierre de ésta compromete muy seriamente el futuro del último ferrocarril del Guadiato.
Rubén Cañamaque puso un especial énfasis en lo que el ferrocarril ha significado en la comarca en el último siglo y medio. Repasó la importancia que tuvo en el discurrir de la población, las minas y las industrias, y el enorme patrimonio que ha quedado de toda esa actividad, dando a conocer el trabajo que se está llevando a cabo por la asociación La Maquinilla, la Fundación Cuenca del Guadiato y los ayuntamientos de la comarca para la recuperación de este patrimonio.
Por su parte, el autor del libro hizo un breve repaso de su contenido y agradeció su implicación a todos los que de algún modo habían ayudado en su elaboración, cediendo los muchos documentos y fotografías que han permitido recopilar lo sucedido en torno al ferrocarril en estos 150 años.
Recordó también la influencia que durante décadas el ferrocarril tuvo en Belmez, donde llegaron a vivir más de trescientos ferroviarios, y la importancia que las compañías ferroviarias tuvieron en cuestiones tan dispares como el urbanismo, el suministro de agua potable o la segregación de los municipios de Pueblonuevo del Terrible y Peñarroya.
El acto acabó con la proyección de varios documentales recuperados en los últimos años, que recogen filmaciones de estos ferrocarriles en los años cuarenta, cincuenta y sesenta del pasado siglo, como el NO-DO de 1956 en el que se narra la inauguración del servicio de automotores desde Puertollano hasta Peñarroya.

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