18 de marzo de 2019 | Infoguadiato
El yacimiento romano de Mellaria se abre al público por primera vez
Más de 150 personas participaron en esta actividad organizada dentro del programa de Kalendas
Yacimiento romano de Mellaria
Más de 150 personas recorrieron lo que en época Romana Fue Mellaria, una actividad organizada dentro del programa de Kalendas en CORDUVA, en concreto visitaron los yacimientos arqueológicos de Mellaria y Mina de la Loba.
Esta es la primera vez que este yacimiento romano se abre al público, como resalta el arqueólogo de la UCO Antonio Monterroso.
El ciclo de Kalendas pretende dar a conocer el patrimonio romano de la provincia de Córdoba para lo que realizan una serie de visitas a los diferentes yacimientos que hay repartidos a lo largo de la geografía cordobesa y este año ha promovido la visita a los yacimientos romanos que hay en el norte de la provincia, en este caso el de Mellaria, ubicado que discurre por gran parte de Fuente Obejuna.
Una visita que se inició en el Palacete modernista, desde donde se dirigieron al yacimiento de la mina de la Loba tras apreciar algunas de la piezas que se han encontrado en los yacimientos de la zona.
Una vez visitada la Mina de la Loba, por la tarde visitaron los excursionistas visitaron masatrigos.
La dificultad de esta visita es que la zona no se encuentra dentro de un parque arqueológico como ocurre en otras zonas de la provincia, si no que se ubica en suelos de particulares, que tuvieron que dar su permiso para que se pudiera haber llevado a cabo esta actividad, algo que destacó y agradeció Monterroso.
Monterroso informó a los asistentes que los primeros estudios de la Mina de la Loba se remontan a 1978 llevados a cabos por la Universidad de Toulousse y la Complutense de Madrid, que realizaron cuatro campañas de excavaciones hasta 1982, sobre esta mina Monterroso resaltó que es uno de los mejores ejemplos de las minas Republicanas en Occidente.
El arqueólogo de la UCO indicó que aún no se conoce la riqueza del patrimonio arqueológico del norte de Córdoba, siendo esta zona un ejemplo y que actividades como esta ayudan a difundirlo.
Monterroso informó que quieren volver a repetir esta actividad el próximo año.
Fuente Obejuna es considerada uno de los municipios más antiguos de Andalucía. Una de las primeras muestras de población en nuestro término, la encontramos en el yacimiento de “La Loba”, poblado romano fechado en el siglo I a.C., con viviendas de mineros (esclavos) y almacenes.
La mina de La Loba reviste un enorme interés para el conocimiento de la minería romana en esta comarca, dado que su excavación, a cargo de un equipo hispano-francés dirigido por José María Blázquez y C. Domergue, pese a no haber sido todavía objeto de una publicación monográfica, ilustra perfectamente lo que debió ser la vida de una comunidad minera hispanorromana entre finales del siglo II y mediados del siglo I a.C.
La mina comienza al parecer con una primera explotación calcolítica de un afloramiento cuprífero a cargo de los que habitaban en el poblado cercano de Los Castillejos. En época romana se pasarán a explotar tres filones de plomo argentífero, dos de ellos zanjas a cielo abierto, profundas y relativamente anchas, lo que facilitaría el trabajo, y el tercero subterráneo, excavado en el granito encajante y excavado casi en vertical hacia el interior del cerro formando una galería alta, pero muy estrecha en algunos tramos, que tal vez llegó a requerir el uso de mujeres y niños, tal como nos transmite Plinio.
Por lo que se refiere a Masatrigo constituye el único núcleo urbano de época romana en el valle del río Guadiato, así como uno de los pocos municipios romanos entre el valle del Guadalquivir y el Guadiana, en lo que en la Antigüedad se conocía como Beturia turdula. El Cerro de Masatrigo, antiguo Municipium Flavium Mellariensis, ubicado en la zona septentrional de la Bética, a medio camino de la Colonia Patricia Corduba y Emerita Augusta, capital de la provincia romana de Lusitania, se presenta como un importante centro de ordenación del territorio y de redistribución de los importantes recursos mineros de la zona. El lugar constituye una importante elevación del terreno que destaca en la llanura, con una altura de unos 35-40 metros. Los restos arqueológicos, sobre todo estructuras de habitación, son visibles en toda la superficie del cerro, sobre todo en la cima y en la ladera norte. Así como por el terreno que rodea el cerro en un radio de unos 75 a 100 metros. Las laderas del Cerro de Masatrigo se encuentran salpicadas de numerosos vestigios de estructuras, sobre todo en la ladera norte y sur, así como en la cima, que han aflorado a la superficie por acción de la erosión y los expoliadores. Aunque la interpretación de las estructuras es complicada ante la falta de excavaciones arqueológicas en el lugar algunas de éstas pueden ser cisternas construidas mediante opus caementicium, su cronología parece ser indiscutiblemente romana. Por lo general, las alineaciones de muros hoy visibles se encuentran adaptados a la topografía del terreno, es decir, siguiendo las curvas de nivel, lo que generaría un urbanismo aterrazado como mejor solución a las características tan agrestes de la orografía del cerro. Entre los restos visibles, en la cumbre del cerro se observa una estructura rectangular, con unas dimensiones de unos 11 x 8 metros, construida mediante muros de mampostería encajados entre las rocas. En la parte más alta del cerro, en la misma roca se observan varias entalladuras, rebajes y partes talladas que indican la existencia de una construcción en una posición preeminente y en las cercanías un tambor de columna con un diámetro de 1 metro parcialmente enterrado; lo que estaría informando de la existencia de un edificio religiosos o de representación en ese lugar.
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