El recorrido que ha sido similar al de otros años, ha recorrido una distancia de 8.400 mt., por las calle de Peñarroya-Pueblonuevo. A las 11 de la mañana, una vez entregadas las 300 camisetas regaladas por la organización, previa solicitud personalizada en la que se incluía la talla, los alrededor de 450 participantes han partido de la Plaza de Santa Bárbara, para continuar por Constitución, Romero Robledo, José Simón de Lillo, “El Riillo” y por la rotonda de Ntra. Sra. de los Dolores, subir por Peñas Rojas, hasta “La Farola”, para continuar por Alfonso Onceno, Colmenilla, Fernando III El Santo, y de nuevo por “El Riillo”, enlazar con José Simón de Lillo, Pio XII, Ronda del Guadiato, Profesor Navarro Rincón, José Simón de Lillo de nuevo, Romero Robledo, Miguel Vigara, La Luna, vuelta completa a la Plaza Santa Bárbara, Teatro, Avda. del Ferrocarril (Ronda Norte) hasta la rotonda de la fuente, para seguir por Betis, Prolongación de Carnaval, Gustavo Adolfo Bécquer, Garibaldi, Olózaga, Puente, Virgen del Carmen, Cervantes y por Federico García Lorca de vuelta a la Plaza Santa Bárbara. Todos los participantes que previamente habían solicitado la camiseta, a la hora de retirarla, han entregado mínimo un kilo de alimentos no perecederos con destino a las Cáritas Parroquiales de la localidad, alcanzando alrededor de 350 kilos.
Un año más ha sido organizado por el Área de Deportes del Excmo. Ayuntamiento y colaboran, la Excma. Diputación Provincial, Pilar Barquero, Cafetería Acuario, Moli Serigrafías, Centro Femenino de Fitness Ana Rosa, Restaurante Victor`s, Cafetería Bécquer, Sala Fitness EU Fernández, Horno La Perla, Guedu, GYM Zona Sport, Restaurante La Belita, Andrés Textil, La Casona del Patio, Centro Yoga, El Gourmet, Peñón Gimnasio.
Por otra parte y en vista que año tras año, el número de participantes supera al de camisetas entregadas, tan sólo me queda animar al Área de Deportes a que para años venideros, aumente la dotación de camisetas, al menos en 100 o 150 más y todos tan contentos. También les animo a que de alguna forma, estudien cómo suavizar el recorrido –que si se paran a estudiarlo sí se puede-, pensando siempre en los más pequeños que no son pocos, porque para ellos y algunos no tan pequeños, subir a “La Farola”, a “La Guita” y de vuelta, subir por la calle Cervantes, se convierten en verdaderos puertos de montaña.

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