A los ocho años cambió las muñecas por una guitarra, el juego de la patata por las partituras y desde entonces no ha parado. Lucía Padilla Blanco era una niña cordobesa cuando en su vida entró la disciplina del pentagrama y una guitarra clásica. Ahora ya está terminando el Grado Superior en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba, a la vez que estudia Magisterio, esa carrera de valientes que te estruja el alma cuando entras en un aula por primera vez.
Lucía da conciertos a solas o en grupo y se brinda a actuar en Villanueva del Rey para abrir la Semana Cultural, en un acto en el que diez personas leen poesía y ella da su concierto. No es un reto fácil.

- ¿A los ocho años fuiste tú hacia la guitarra o te llevaron?
Desde pequeña he sentido una debilidad especial por la música, y más concretamente por la guitarra. Con apenas 5 o 6 años le dije a mi madre que quería aprender a tocarla. Me tocó insistir, pero al cumplir los 8 años mis padres decidieron ofrecerme una formación musical reglada en el Conservatorio.

⁃ ¿Sabes andar sin una guitarra en la mano?
Si paso un dia sin tocar, siento que me falta algo en las manos. Llega a ser frustrante tener tiempo y no poder practicar. Si, es extraño salir de casa y no llevar la guitarra conmigo.
⁃ ¿En el conservatorio enseñan a pasar del público?
Afortunadamente he tenido la oportunidad de hacer audiciones desde que comencé mis estudios en el Conservatorio. Aunque se haya tocado bastantes veces en público, es muy difícil pasar de él y no tener un poco de miedo escénico. Pienso que el truco está más bien en gestionar esos nervios.

⁃¿La guitarra clásica y la guitarra del flamenco sienten igual?
Yo creo que sí, aunque utilizan recursos técnicos distinto, que son los que realmente le dan la personalidad o el toque distintivo a cada una.

LA PASIÓN POR EL ROMANTICISMO
⁃ ¿Cada concierto es una angustia o una alegría?
Es una alegría, sin duda. No hay mejor sensación que poder compartir con los demás el trabajo que realizas diariamente con tanta ilusión y esmero. Para mí dar un concierto es una dosis de motivación para el estudio. A pesar de todo, no niego que a veces agobia un poco cuando se va acercando el día, ya que siempre quedan aspectos que mejorar.

⁃ ¿Con qué autor sueñas las buenas noches?
No podría decir ningún autor en concreto, pero la música del Romanticismo me apasiona. A pesar de su dificultad, es con la que me siento más a gusto a la hora de interpretar. Podría destacar autores como Shubert, Chopin...
⁃ De los que vas a tocar en Villanueva del Rey ¿cual es el autor verdaderamente más revolucionario en su tiempo o por su obra?
Podría ser Albéniz, por la trascendencia que han tenido sus obras posteriormente. Llevó la música española a lo más alto y la convirtió en inspiración para compositores posteriores.

EL BRILLO DEL TANGO
⁃ Entre la Alhambra y el tango ¿con cuál te quedarías?
Es difícil elegir, son dos estilos muy diferentes. Ambas obras despiertan en mi diferentes emociones y son especiales por algo, así que supongo que depende del momento. Alhambra es una obra más profunda y el tango es más rítmica y podríamos decir que queda mas brillante.
⁃ ¿Y el más difícil del interpretar el lunes?
La obra de Regondi, “Introducción y Capricho”. Es una obra preciosa que requiere habilidades técnicas y expresivas más complejas. Además, la concentración es fundamental.

⁃¿Vas a elegir entre música y magisterio?
Yo no entiendo mi vida sin la música. Y enseñar, lo poquito que he podido experimentar también se que me gusta, así que espero no tener que elegir y poder llevar a cabo ambas cosas. Pienso que si me organizo bien y trabajo duro, con un poco de suerte puedo conseguirlo.
Dan ganas de quitarle la guitarra a Lucía Padilla de entre los brazos para comprobar cómo camina a solas; pero mejor dejarlas juntas para verlas y escucharlas el lunes en la Caseta Municipal de Villanueva del Rey, rodeadas de poesía y 10 personas emocionadas con ella en el escenario.

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