2 de abril de 2018 | Infoguadiato

La Semana Santa termina matando a los Judas

El Domingo de Resurrección amaneció con disparos de trabucos "matando" a los Judas, unos muñecos de paja y ropa vieja que cuelgan de las encaladas casas, para celebrar el triunfo del bien sobre el m

La Semana Santa termina matando a los Judas
La Semana Santa termina matando a los Judas
En Espiel, municipio minero del Valle del Guadiato, la Semana Santa acaba "matando Judas", muñecos de paja que cuelgan de las casas hechos la noche de antes por las familias y que acaban a trabucazo limpio para celebrar que Jesús venció a la muerte y resucitó.
En Espiel, el Domingo de Resurrección amaneció con disparos de trabucos "matando" a los Judas, unos muñecos de paja y ropa vieja que cuelgan de las encaladas casas, para celebrar el triunfo del bien sobre el mal.
Ni siquiera el cronista oficial del pueblo sabe datar el origen de esta celebración a caballo entre lo profano y lo pagano, pues, aunque la religiosidad de la tradición en sí no es muy evidente, el momento culmen, cuando se "mata" a los Judas con escopetas de munición, antiguamente con trabucos como los de los bandoleros, va precedido de una solemne misa a las 7 de la mañana.
Y es que la tradición manda que la noche de antes del Domingo de Resurrección familias y amigos fabriquen, con harapos viejos que cosen o atan y llenan de paja, muñecos que inicialmente podrían representar al Judas Iscariote bíblico, pero que desde los años 80 reproducen personajes populares.
Así, las familias espeleñas pasaron la noche cosiendo ropas viejas y rellenando de paja o hierba los Judas, que esta mañana, cuando empezaba a amanecer, han colgado en "guitas" (cuerdas) de casa en casa.
Y, justo al acabar la misa de las 7 de la mañana, una decena de hombres con escopetas de pólvora daban los pistoletazos de salida a la procesión, tras la que comenzaba el recorrido para "matar" a los Judas a plomillo limpio por las empinadas calles de casas bajas.
Cuando los Judas ya están agujereados, los chiquillos tiraron de las piernas de los maltrechos muñecos, sacaron la paja y se la tiraban a sus amigos.
Así recorrieron las calles del pueblo de donde colgaban los muñecos y dejaban una alfombra de paja, hierba y serrín entre las risas y las carreras de los niños, mientras sus abuelos los miraban con la satisfacción de revivir sus vivencias infantiles, que ya tienen asegurada la supervivencia.
Y, para finalizar la jornada, las mujeres del bar de la plaza del pueblo han preparado unos deliciosos churros con chocolate, un buen reconstituyente con el olor a pólvora y a serrín aún en el ambiente.
 
La Semana Santa termina matando a los Judas
               
 
Bookmark and Share

Comentarios

No existen comentarios para esta publicación
Deja un comentario

<< Volver a Espiel
BelmezEsos acordes que surgían desde su corazón: la música, vía principal de la alegría de la vida

Esos acordes que surgían desde su corazón: la música, vía principal de la alegría de la vida

El legado musical de Agustín Miranda sigue vivo en el corazón de Belmez

Cuando aquella guitarra hablaba desde el escenario, transmitía tanta felicidad compartida y sentimientos muy profundos, que hacían que esta vida vivid...
 

Directo a...

© INFOGUADIATO.COM | Tfno: 670 97 99 88 | digitalnavarro@gmail.com | 14200 - Peñarroya | Diseña y desarrolla Xperimenta