El pasado día 26 de febrero de 2018 ha fallecido en Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde sus restos han recibido cristiana sepultura, nuestro querido amigo y paisano Juan Román Barragán, al que Dios haya acogido en su Gloria.
Nacido el 19 de Mayo de 1931, en La Carolina (Jaén), descendía de colonos flamencos traídos a España por el Rey Carlos III para habitar las Nuevas Poblaciones de Andalucía.
Finalizada la Guerra Civil su familia se trasladó a Osuna (Sevilla), donde comenzó sus estudios de Bachillerato hasta que en 1946, cuando contaba con 15 años de edad, se establece definitivamente en Peñarroya-Pueblonuevo donde su padre, don Francisco Román Castaño, abrió un establecimiento de mercería bajo la razón comercial de “La Giralda”, negocio en el que pronto se inició Juan en calidad de viajante para vender al por mayor a otros comerciantes de la comarca.
Bajo su impulso personal la original mercería devino pronto en un importante negocio textil (“Almacenes La Giralda”), pionero en la comercialización de toda clase de artículos de confección de las primeras marcas, tanto para señoras como para caballeros, siendo destacable la introducción en el mercado de la zona de los famosos “Jeans” o pantalones vaqueros, tan populares hasta nuestros días.
Al primitivo establecimiento, que estuvo instalado en la actual calle Juan Carlos I, y con la incorporación de su hermano Paco, se unieron más tarde otros dos: “Confecciones Sevilla”, con tiendas en las calles de La Luna y Teatro, y “El Paraíso” en la ya citada de La Luna para, finalmente, inaugurar en 1.979, en esta misma calle, un moderno edificio de tres plantas bajo la denominación de “Confecciones Sevilla” que se mantiene activo en la actualidad. En 1986 abrió en la céntrica calle comercial Cruz Conde, de Córdoba, una de las primeras franquicias en España de la exitosa marca “Máximo Dutti”.
Como empresario y comerciante, participó desde su constitución en la primera Asociación Provincial para la Defensa de los Intereses del Comercio (APEPMECO), de la que llegó a ser miembro de su Junta Directiva, recibiendo en 1997 una Distinción de Honor por su dedicación y trabajo.
Muy comprometido siempre con Peñarroya-Pueblonuevo, su pueblo de adopción, del que fue Concejal en la primer Ayuntamiento de la Democracia, impulsó junto a otros empresarios y vecinos la implantación y sostenimiento de nuevos servicios de carácter social o económico como la Residencia de Ancianos, la Piscina de Aspo, el Casino del Terrible o la recuperación de la nave de la Yutera, construcción de singular interés por haber sido edificada bajo la dirección de Eiffel, y donde actualmente se ubica en Museo Geológico y Minero.
Vital y emprendedor incansable, tras su llegada a Madrid en el año 2.000 se impuso como objetivo volver a reunir, casi 40 años después, a antiguos paisanos o vecinos del pueblo residentes en la Capital, comenzando una ardua labor de búsqueda y rastreo de contactos que culminó en 2003 con la celebración de una Comida de Hermanad a la que asistieron más de 125 personas que vivieron intensos momentos de confraternidad y emoción por el reencuentro. Independientemente de lo anterior ha venido manteniendo un permanente contacto con un grupo de amigos peñarriblenses con los que anualmente organizaba una entrañable reunión y almuerzo para conmemorar la festividad de Santa Bárbara e, igualmente, asistió a una de las jornadas de convivencia organizadas en Cataluña para reunir a los paisanos emigrados en aquella Región. De tal ocasión procede, precisamente, la foto que acompaña a este recuerdo.
Quede constancia, por último de nuestro más sentido dolor y pésame a su esposa, Carmina Gallego Medina, sus hijos Lola, Carmen y Juan, sus nietos, hermano, sobrinos y demás familiares y amigos.

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