• Destrozos en los autobuses y en las instalaciones y piquetes colocados en la estación de autobuses de Jaén, obligan a la presencia de la Policía Nacional.

• La empresa desmiente además las afirmaciones realizadas por los Enlaces Sindicales.


Jaén, 4 de diciembre – Parece que desde el principio de este proceso las intenciones de los Enlaces Sindicales eran claras y así lo demostraron al no querer aceptar ninguna de las ofertas realizadas por la empresa en la mesa de negociación celebrada el pasado viernes día 1, a pesar de que la Dirección de Sepulvedana se mostró totalmente abierta al diálogo.
Claramente, el propósito era llegar a la huelga, y más aún, tratar de hacer todo el daño posible con los paros convocados.

Así, en la mañana de hoy, han sido varios los vehículos que han amanecido con daños provocados específicamente para impedir su funcionamiento. Además, se han sufrido destrozos en las instalaciones, en las que se han reventado cerraduras y se han colocado bridas de acero para impedir la salida de autobuses y furgonetas. Todo ello con la clara intención de impedir la normal realización de los servicios mínimos anunciados.

Además, los piquetes colocados en la estación de autobuses han paralizado la salida de los vehículos que han podido llegar hasta allí, lo que ha obligado a la empresa a recurrir a la Policía Nacional para establecer el orden, aunque no puede garantizarse que durante el desarrollo de los servicios no vuelvan a sufrirse este tipo de ataques contra la flota, que confiamos no supongan daño alguno para los trabajadores y viajeros a bordo.

Los enlaces sindicales se negaron el pasado día 1 a prolongar las negociaciones, bloqueando cualquier posible solución, lo que parece apuntar a intereses que buscan el conflicto, aunque sea a costa de difundir informaciones sesgadas, que hablan de falsos plazos en impagos de nóminas, o de incumplimientos de la concesión que no son tales, a pesar de lo cual, la Dirección de Sepulvedana sigue dispuesta a mantener abiertas las negociaciones.

Por todo ello, la empresa realiza un llamamiento a las fuerzas públicas confiando en que velen para que puedan cumplirse los servicios escolares, de trabajadores y los servicios mínimos decididos por la administración, a fin de que el conflicto afecte lo mínimo posible a los intereses de los viajeros, que en definitiva son los máximos perjudicados de esta situación.

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