Una vez terminado el verano se hace como siempre el balance de los nuevos equilibrios otorgados por los traspasos típicos de un mercado de fichajes que dura tres meses. Como siempre, algunos fichajes son más elocuentes y determinantes que otros y cambian mucho los equilibrios en juego en las principales ligas europeas.
De hecho, el verano que acaba de terminar ha conllevado
una de las principales revoluciones económicas del fútbol, con el pase de Neymar del Barça al PSG como símbolo de este cambio tan apabullante. Los 222 millones de la cláusula de rescisión del astro brasileño que el club parisino ha pagado para asegurarse sus servicios son una cifra sin precedentes y ya son el récord absoluto de dinero usado para hacerse con la ficha del jugador.
El club parisino ha sido el auténtico protagonista de un mercado peculiar en el que la Ligue 1 se ha visto muy reforzada a nivel de imagen y de calidad, puesto que la llegada de Neymar significa una mejora general del nivel del torneo francés. En este campeonato, en el que en los últimos 10 años solamente
el 31% de los fichajes procedían de otra liga europea, como en el caso del brasileño, muchos esperaban a una nueva estrella que pudiera dar más lustro y prestigio a la Ligue 1 después de la salida de Zlatan Ibrahimovic. Per el PSG no se ha limitado a fichar solamente a Neymar sino que se ha hecho también con los servicios de Kylian Mbappe, la sensación del fútbol galo de los próximos años, por una cifra de 180 millones que pagará al As Monaco el año que viene. El Fc Barcelona, por su parte, no se ha quedado de brazos cruzados y tras recibir los 222 millones de Neymar ha decidido invertirlos en Ousmane Dembélé, delantero francés con mucho recorrido y expectativas, pagado 105 millones más bonus.
Y así, mientras el Barça se gasta semejantes cifras para reforzar su plantilla, se aumenta el desnivel entre los equipos de Primera y de Segunda División. Mientras en Primera el 51% de los jugadores procede del mismo país,
en Segunda casi todos los fichajes son de nacionalidad española o proceden de la misma federación, como demuestra el caso del Córdoba CF, cuyos fichajes estrellas de este verano han sido Jaime Romero, que llegó desde Osasuna por 500 mil euros, y Jona, procedente del Albacete tras un gasto de 400 mil euros.
Los demás jugadores han llegado libres y, menos Stefanovic y Pinillos, todos proceden de equipos de Liga 2 o de Segunda B. Es decir que hay un mundo entre la élite de Primera y los bajos fondo de Segunda, donde conjuntos como el Córdoba, que hace poco ha militado también en Primera, poco pueden hacer en comparación a los grandes de siempre como Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid. La excelencia española que se refleja en Europa es la de Primera, y cuesta muy caro.