19 de enero de 2017 | Infoguadiato
Bolsas de goma para calentar
En un pueblo de Donosti, un vasco llega a la tienda del pueblo en un crudo día de invierno, con una tremenda helada, y un frío que te podrías reír de Siberia.
- Aupa Joseba, -le dice al dueño-, quiero que me vendas una de esas bolsas de goma que se le pone agua caliente dentro para calentar la cama y tener los pies calientes.
- Coño, Patxi, ¡qué mala suerte,la ostia!! Justamente esta mañana vendí la última.
- Patxi, puteado, le dice: ¿Y qué hago yo ahora con el frío que hace por la noche?
- No te preocupes hombre, yo te presto mi gato.
- Ahí va, la ostia!!!! ¿Tu gato?
- Mi gato es gordito, te lo colocas en los pies dentro de la cama y verás que calorcito que te da toda la noche. El martes ya tendría más bolsas de esas. Vienes a por una y me devolverías el gato.
- Bale, oso ondo. Eskerrik asko Joseba.
- Agur Patxi.
Joseba coge el gato y se dirige a su caserío.
Al día siguiente, aparece Patxi en la tienda de Joseba con la cara desfigurada por los arañazos del gato.
- ¡¡¡JOSEBAAAAA!!! ¡¡Me cago en la puta!! Katu batekin joan!! Vengo a devolverte este gato de mierda y te lo puedes meter por el culo. Mira como me ha puesto la cara.
- Pero Patxi, ¿qué ha pasado pues? Si es lo más manso que hay! La ostia!
- ¿Manso?...... ¡¡La madre que lo parió!!, el embudo en el culo lo aguantó bien, pero cuando empecé a echarle el agua hirviendo, se puso como loco el hijo puta!!!
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