17 de octubre de 2016 | Por José María Luján Murillo

Cartoteca histórica de Andalucía

ENTREVISTA A SU ARTÍFICE Y DIRECTOR: JOAQUÍN CORTÉS JOSÉ

Joaquín Cortés José
Joaquín Cortés José
Joaquín Cortés José es hijo de José y Rosario, naturales de Zufre (Huelva) y de Sevilla, donde nació en 1955. Con corta edad se trasladó a Pueblonuevo y allí vivió hasta que en 1973 se trasladó a Sevilla junto con sus padres y hermanos. Se siente tan peñarrotero como sevillano.

Está casado con Soledad Vílchez, natural de Montilla (Córdoba) a quien por los avatares del destino conoció en la cuenca minera. Tienen dos hijos, José Joaquín e Irene, que gozan de una vida independiente.

Me cupo la gran satisfacción de conocerlo hace cosa de treinta años gracias a un trabajo en común acerca de mapas y otros documentos antiguos de Sevilla. Somos casi paisanos, yo de Granja de Torrehermosa, y eso facilitó sobremanera nuestro trabajo -claro que con el talante de este hombre, hay que ser muy cenutrio para no llevarse bien-.

Como otras personas que saben lo que se traen entre manos, Joaquín no necesita hacer aspavientos con los muchos méritos que atesora y eso es algo que le aflora de inmediato. Con una sencillez y amabilidad propia de los sabios, Joaquín desparrama tal grado de conocimiento acerca de su trabajo, que uno no puede sino agradecer que precisamente alguien como él haya sido quien asumiera una labor tan ingente como es montar la Cartoteca Histórica de Andalucía, que en la actualidad pertenece al Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) de la Junta de Andalucía. El contenido se encuentra en:

http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/prodCartografia/cartoteca/index.htm


Entre lo mucho que se pude aprender de Joaquín, destaca su actitud ante la vida: todo es posible decirlo y hacerlo con una sonrisa, con buen ánimo, con afán de colaboración. Con esa disposición y con su constancia ha sido posible que Andalucía disponga hoy de este patrimonio que, sin duda alguna, es de gran utilidad para toda la ciudadanía.

Peñarroya–Pueblonuevo puede proclamar a los cuatro vientos que uno de sus hijos adoptivos es la máxima autoridad mundial en materia de cartografía histórica de Andalucía. Eso no es moco de pavo ni regalo de tómbola; es el resultado de un trabajo concienzudo estudiando, buscando, analizando, seleccionando, clasificando documentos cartográficos en muchos archivos de toda España y algunos países más.


Pregunta. Una cartoteca suena a un lugar en el que se guardan... ¿cartas o qué?


Respuesta. Este nombre genérico, no reconocido todavía por la Real Academia de la Lengua, se asocia a las secciones de mapas, planos y dibujos de archivos y bibliotecas, en general y a los fondos cartográficos de los organismos productores de cartografía.

P. ¿Por qué es importante dedicar recursos a una materia como esta?, ¿es un lujo, algo reservado a eruditos?; si es que interesa a las personas de a pie, ¿por qué?

R. El mapa es un documento y como tal tiene una serie de valores como el patrimonial, el informativo, el artístico, etc., que comparte con el resto de los documentos. Pero el mapa tiene una carácter especial, es un documento gráfico que contiene datos matemáticos intrínsecos, asequibles a técnicos especialistas en cartografía, representa un territorio o una ciudad, objeto de estudio de historiadores, geógrafos, geólogos, ambientalistas, urbanistas, planificadores, ingenieros, arquitectos, arqueólogos, antropólogos, etc.

Además los planos y mapas, por lo que representan, tienen una carga emblemática y emocional considerable. Es el mapa de tu país, de tu comunidad autónoma, de tu ciudad, de tu pueblo... Representa la ciudad de tus antepasados y, como hace tiempo se solía decir, es la memoria histórica del territorio. Por eso hay que conservarlos, custodiarlos y darlos a conocer, para que no desaparezca ni nuestra identidad ni el mapa.

P. La expresión “Cartoteca Histórica” debe hacer referencia a un período ya pasado, a algo que sucedió hace tiempo. ¿De qué época son los documentos que dispone el archivo de la Cartoteca de Andalucía?

R. La Cartoteca Histórica contiene mapas antiguos, mapas cuya información está desfasada; ya no están vigentes para la gestión y, para intervenir en el territorio, se han sustituido por cartografía actualizada. Hay un convencionalismo en las cartotecas que definen la cartografía histórica como la anterior a 1899. La Cartoteca de Andalucía del IECA estableció en sus inicios un limite cronológico posterior a la década de los años cincuenta del siglo pasado, pero actualmente se ha rebasado con creces (por ejemplo ya tenemos inventariados los proyectos previos a la Exposición de 1992). En cuanto al límite temporal de inicio, no hay tal, la mínima representación territorial, por muy antigua que sea, es de nuestro interés.

P. Hay por tanto un año inicial y otro final. El primero, parece lógico que se remonte al primer documento de estas características de los que se tiene constancia. Pero el final de esta historia se fija con otro criterio; de hecho, lo que para nosotros es en 2016 cartografía actual (no histórica), de-ntro de unos años tal vez sea también cartografía “antigua”: ¿por qué razón se establece ese año concreto?

R. La Cartoteca Histórica de Andalucía contiene toda aquella cartografía territorial y urbana desde el mapa más antiguo del que se tenga constancia hasta la que produzca el IECA (sea analógica o digital), así como la que produzcan otros organismos públicos o ediciones comerciales de cartografía (atlas, callejeros, mapas de carreteras, etc.). De este modo es posible ofrecer al usuario una línea temporal continúa.

P. ¿De cuántos mapas y planos estamos hablando?


R. Actualmente están catalogados unos 150.000 mapas, planos y dibujos, y en breve se incorporaran unos 10.000 más.

P. Para alcanzar esta cifra, se han debido visitar muchos archivos a lo largo de muchos años. Cuéntanos cómo ha sido ese trabajo, en qué han consistido las labores de acopio y tratamiento de la información obtenida.

R. Se han visitado más de 1.000 archivos, bibliotecas y cartotecas, andaluces, nacionales y de otros países. El proyecto se inició en 1987 con una propuesta metodológica basada en la experiencia de las cartotecas nacionales. A partir de 1988 se iniciaron los trabajos donde se distinguieron una fase de inventario (se identifica y se relaciona el volumen de mapas de nuestro interés), una de catalogación (se describen los mapas con arreglo a las normas internacionales ISBD/CM y al formato MARC21/CM) y una última fase en la que se reproducen los mapas efectivamente catalogados.

P. Una vez que obtenéis ese mapa o plano histórico, ¿qué hacéis con él?, ¿cómo lo archiv-áis?; ¿cómo están disponibles esos documentos para la ciudadanía?


R. La catalogación se integra en la base de datos principal de la cartoteca y cada mapa recibe un identificador único; los ficheros de imágenes de los mapas se codifican con ese identificador y automáticamente quedan vinculados a la ficha catalográfica.

El acceso a los datos se hace mediante la web de la Cartoteca Digital, denominada “Catálogo Digital de Cartografía Histórica”, donde se pueden descargar los mapas pero como imágenes de referencia. Hasta ahora, las limitaciones de la red y de los servidores no han permitido ofrecer ficheros en alta resolución. También se pueden hacer consultas presenciales en la sede del IECA (Av. Leonardo da Vinci 21, en La Cartuja de Sevilla), en puestos de usuarios o atendidos por los miembros de la cartoteca.

P. ¿Cómo se concibió la Cartoteca Hca. de Andalucía? Entre la idea con la que se inició este proyecto y la realidad actual, ¿qué diferencias hay?

R. El proyecto surge en el Centro de Estudios Territoriales y Urbanos como apoyo documental al planeamiento territorial y urbano, tanto para la Administración Autonómica como Local. Pero cuando se empezó a conocer su existencia, investigadores universitarios de distintas disciplinas, docentes, abogados, estudios de arquitectura, etc. solicitaron acceder a la información y se organizó un servicio de atención al público. Esto supuso potenciar y agilizar el acceso del ciudadano a la cartoteca y crear una línea de trabajo que nos permitió en 2004 poner en la red, probablemente, la primera cartoteca digital de España con un volumen de 110.000 mapas.

P. ¿Con qué recursos humanos y materiales cuenta la Cartoteca Hca. de Andalucía?

R. Actualmente sólo somos dos técnicos dedicados a estas labores, pero han llegado a trabajar para la cartoteca más de cien entre geógrafos, historiadores, arqueólogos o literatos (simultáneamente unos cincuenta catalogadores). Las restricciones económicas no permiten contratar para continuar la catalogación y la digitalización por lo que el proyecto está actualmente muy limitado.

P. Además de la nuestra, debe haber otras Comunidades o países que disponen de su propia Cartoteca Hca. ¿Cómo está Andalucía con respecto a las demás?, ¿somos vanguardia, del montón o estamos a la cola?.

R. Hay otras muchas cartotecas, nacionales, autonómicas, universitarias etc. Algunas custodian su documentación original; otras como el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC) disponen de su fondo de mapas impresos y manuscritos adquirido en subastas europeas. La de Andalucía es una base de datos de referencia donde se prima localizar la cartografía existente sobre el territorio de Andalucía, sita en cualquier archivo o biblioteca, sea nacional, autonómica o del resto del mundo. La Cartoteca de Andalucía pertenece al Grupo de Cartotecas Públicas españolas y portuguesas IBERCARTO que hemos presidido durante 8 años. El grupo armoniza los trabajos de catalogación, digitalización, web, etc. de las cartotecas y compartimos información.

P. ¿Cual es la representación gráfica de Andalucía o de una parte de ella más antigua que se conoce?

R. El mapa de Andalucía más antiguo que se conserva, o del que conozcamos su existencia, es de finales del siglo XIV. Son copias de los hipotéticos planos dibujados por Ptolomeo en el siglo II de nuestra era (sus datos proceden de esa época); y los de Al Idrisi que, en este caso, sí hay constancia de que los hizo, aunque no se conservan los originales. Más antiguas son algunas cartas portulanas del Mediterráneo pero con una mínima información sobre Andalucía.

P. Imaginemos por un momento que en nuestro país se decide enviar una nave a los confines del universo para que otros seres vivos puedan conocer nuestra tierra; y que entre otros objetos de interés, se decide llevar un mapa donde se represente Andalucía, a modo de demostración de las habilidades humanas. ¿Qué documento gráfico representaría con más fidelidad el territorio andaluz?

R. Andalucía, con un territorio equivalente al de Portugal, tiene “el mapa más grande del mundo” en cuanto al número de hojas homogéneas, 2.745, y al volumen de datos que contienen, pero su volumen y masa no es muy apropiado para mandarlo al espacio. Quizá la escala más manejable sea la 1:400.000 que, desde su primera edición en 1992, ha ido ganando en calidad. De los antiguos elegiría el del geógrafo Auguste Henri Dufour de 1837 que es el primer mapa que representa la división provincial y es como “un puente” entre la nueva cartografía que se inicia al principio del siglo XVIII y la cartografía moderna que se inicia a finales del XIX.

P. Si hubiera un incendio en la Cartoteca Histórica de Andalucía, o cualquier otro desastre que devorara este archivo (toquemos madera), ¿qué tres mapas históricos de Andalucía salvarías y por qué?

R. Los pocos impresos originales antiguos que tenemos: H. Hondius 1606, Johannes Janssonius 1633 y el A. H. Dufour 1837

P. Estamos en Sevilla y me consta que hay mapas y planos de esta ciudad que tienen un gran valor por varias razones. Danos un poco de instrucción sobre ello.

R. Efectivamente, la cartografía de la ciudad de Sevilla tiene una serie de hitos a lo largo de la historia. Por ejemplo el primer plano de la ciudad amurallada es de 1771 y sus autores son Francisco Manuel Coelho y José Amat, más conocido como el plano de Olavides por estar dedicado a dicho Asistente de Sevilla. El plano de la ciudad completa, con Triana, es el de 1788, su autor es Tomas López y está dedicado al Asistente Lerena. El primer plano donde se representa la ciudad y la periferia de Sevilla con sus huertas, ríos caminos, arrabales, etc. es de 1830-1832, dedicado al Infante Don Carlos María de Borbón y realizado por Manuel Spinola de Quintana, Primer Piloto, Cosmógrafo y Catedrático de Matemáticas del Colegio Real de San Telmo de Sevilla. Menos conocido es el plano manuscrito de Sevilla (ca. 1921) a escala 1:300 de ingeniero Ignacio Beyens y Fernández de la Somera, del que se conservan 93 hojas de 100 X 150 cm (en distinto grado de elaboración), pero lo realizado es de una estética exquisita.

P. ¿Cuál es el mapa más antiguo que se conoce?.

R. Con la planta de la ciudad, el citado de 1771. Hay parciales de algunas décadas antes con el proyecto de la Real Fábrica de Tabacos. No obstante tenemos vistas de la ciudad del siglo XVI, entre las que cabe destacar los manuscritos de Antoon van den Wyngaerde (ca.1565).

P. ¿En todas partes del mundo se ha valorado la representación de toda o parte de la superficie terrestre?

R. Sin miedo a equivocarnos, podemos afirmar que el sentimiento que nos produce contemplar tu ciudad, tu país o la totalidad de la Tierra, lo compartimos todos los seres humanos.

P. ¿En qué medida el interés científico, el militar y/o el económico ha impulsado los avances en cartografía? ¿Se puede afirmar, como se hacía en uno de nuestros libros de la carrera de Geograf-ía -casi de obligada lectura en sus tiempos- que también la Cartografía es “una arma para la guerra”?

R. El mapa es un instrumento que se aplica a intereses económico-comerciales, a la Hacienda pública, a la política o a los militares; poderosos intereses capaces de promover su construcción y el estudio para mejorar la precisión de posicionamiento, para situar los datos seleccionados en sus proporciones y distancias correctas.

P. ¿Hay una “época dorada” en la Cartografía Histórica?

R. Por su estética los siglos XVII y X VIII; por su precisión geométrica, la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX.

P. Para finalizar, Joaquín, háblanos de la representación gráfica más antigua de lo que hoy es Peñarroya -Pueblonuevo.

R. Si bien en las respuestas del Diccionario Geográfico de Tomás López ya hay croquis con la situación del cortijo de Peñarroya, 1780, el primer mapa del valle del Guadiato es del ingeniero Francisco Carlos de Garza, un hermoso manuscrito de 1788 titulado: “Mapa geográfico de las Sierras y Cercanías de las Villas de Espiel, Belmez, Fuenteovejuna y varios cortijos = Del descubrimiento de tres minas de carbón de piedra”, que se conserva en la cartoteca el Centro Geográfico del Ejército.
 
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