La Asociación La Maquinilla ha publicado recientemente un libro sobre los ferrocarriles mineros de la Cuenca del Guadiato, en el que se estudian las líneas férreas que prestaban servicio a las minas y fábricas del norte de Córdoba, principalmente en Belmez y Peñarroya, pero también con referencias a Fuente Obejuna, Villanueva del Rey, Espiel, Villanueva del Duque y Posadas.
El libro lleva por título “La Maquinilla – Ferrocarriles mineros de Belmez y Peñarroya”, y su autor, José A. Torquemada Daza, ha recopilado documentación e imágenes de los pequeños ferrocarriles que tejían una densa red viaria para el transporte de trabajadores, minerales y todo tipo de mercancías entre las poblaciones, las minas y las industrias de la cuenca.
Esta red de ferrocarriles complementaba a las dos grandes líneas del norte de la provincia, Almorchón-Belmez-Córdoba y Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano, siendo el más importante el tren minero conocido como “La Maquinilla”, que da título al libro.
Este ferrocarril unía la estación de Cabeza de Vaca, en Belmez, con el lavadero de El Porvenir de la Industria, en Fuente Obejuna, pasando por el Cerco Industrial de Peñarroya; una línea de más de quince kilómetros, que llegaba hasta los sesenta si se consideran las vías de maniobras, apartaderos a las minas y las vías del interior del Cerco Industrial.
Por estar íntimamente unido a la actividad industrial y minera, el libro supone un repaso a la evolución económica de la cuenca, sus inicios, el periodo de auge y la posterior decadencia y cierre de líneas; analizando también la evolución de la sociedad, el nacimiento de las nuevas poblaciones y el traslado de miles de personas que durante décadas utilizaron este medio para acudir a sus trabajos, con la particularidad de ser de uso gratuito para toda la población. Es por esto por lo que, más que un medio de transporte, La Maquinilla se convirtió en una institución que marcó el ritmo de vida diario de Belmez y Peñarroya-Pueblonuevo.
Para la elaboración del libro se acudió a las fuentes originales, estudios, informes técnicos, documentación de las compañías mineras y ferroviarias, etc., para ir analizando sus distintas épocas y propietarios: La Compañía de los Ferrocarriles Andaluces, la Sociedad Hullera y Metalúrgica de Belmez, la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya y, finalmente, ENCASUR.
Se ha buscado documentación para resolver las incógnitas que planteaban sus locomotoras y vagones, así como su gestión y el personal que estaba al cargo, recopilando también interesantes fotografías desde finales del siglo XIX en las que este ferrocarril, sus trabajadores y material aparecen como protagonistas; fotografías de muy diversa procedencia, tales como la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, el Museo Vasco del Ferrocarril, asociaciones de Amigos del Ferrocarril cordobesa y castellano-manchega, así como diversas colecciones particulares.
Además, se han seleccionado otros documentos como cartas de porte, facturas, anuncios, etc., y numerosos planos provenientes del archivo de la Fundación Cuenca del Guadiato, desde 1885 hasta 1960, en los que se recoge la evolución de estos ferrocarriles mineros.
Ha sido en los últimos años cuando se ha comenzado a recuperar todo este patrimonio ferroviario, industrial y minero. En concreto, la línea de La Maquinilla entre Belmez y Peñarroya-Pueblonuevo es la primera vía verde del norte de Córdoba y la recuperación de las locomotoras de vapor y vagones de este ferrocarril se está llevando a cabo por la Fundación Cuenca del Guadiato, que con la colaboración de la Asociación Cordobesa de Amigos del Ferrocarril, está creando el embrión de un futuro museo en el Cerco Industrial.

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