En Marzo de 2016, hará 76 años que se produjeron en nuestro pueblo asesinatos que han quedado en el olvido. Más de 70 personas, de ideología republicana, fueron fusiladas tras un juicio sumarísimo, por Rebelión militar, siendo su único delito luchar por la libertad. Desde entonces, nadie públicamente se ha atrevido a hablar de ellos, ni a recordarlos. No hemos podido averiguar dónde se encuentran sus cuerpos, nadie se ha atrevido a restablecer su derecho a la verdad, a la justicia y a su reparación.
España comparte, junto a Camboya, el podio internacional de la vergüenza en esta materia, al ser los dos países con más fosas comunes del mundo, una de ellas se encuentra en algún lugar de nuestro pueblo.
Pero nosotras, Balbina y Antonia, no hemos elegido olvidar a todas las víctimas de esos fusilamientos, nunca hemos olvidado a nuestro abuelo AMADEO MOLINA PEREA, que con 45 años le fue sesgada su vida, tan solo por tener firmes convicciones socialistas. Sus hijos, ya todos fallecidos, murieron con la pena de no saber dónde estaba su padre, con la pena de no poder enterrarlo como se merecía, por eso estamos aquí, porque mientras nos quede voz, hablaremos de su memoria y reparación.
“Enterrar a los muertos es la línea que separa la bestialidad de la humanidad”
Nuestro deseo sería ponernos en contacto con familiares del resto de los asesinados para conocernos y hablar sobre la manera de reparar su memoria. Es nuestro derecho, nuestra obligación y nuestro deber, por la memoria de nuestro padre y nuestros tíos, a los que no dieron la oportunidad de despedirse ni enterrar a su padre.
Podéis contactar con nosotras en
memoriahistoricapya@gmail.com.
Diciembre 2015