Dos personas fallecieron ayer arrolladas en un accidente ocurrido durante la celebración del II Rally Sprint de Pozoblanco. Sobre las 16.15 horas de la tarde el coche del piloto granadino Francisco Javier Agüí perdió los frenos e hizo un recto en la curva del kilómetro 16,3 de la CO-6410 entre Pozoblanco y Villaharta. Y fue en la salida de esa curva cuando el coche se empotró contra un grupo de espectadores que estaban presenciando la prueba en una de las zonas prohibidas del trazado. «El lugar del accidente estaba precintado con la banda roja y estos chavales se habían saltado la señalización.
Además, tanto la Guardia Civil como los coches de la organización de la prueba les habían dicho en varias ocasiones que se retiraran de ese lugar, puesto que era peligroso y no estaban seguros allí», explicó la organización, la Escudería Sierra Morena, a este periódico en medio del caos que supuso el accidente, minutos después de haber suspendido la prueba.
No obstante, fuentes cercanas a la investigación aseguraron, por su parte, que los dos fallecidos se encontraban caminando por el lugar en el que fueron atropellados al producirse el accidente.
Uno de los atropellados era menor de edad. Según los agentes, «le faltaba poco para cumplir los dieciocho años» y respondía a las iniciales de A.M.B.
«El chaval murió en el acto, ya que el coche lo embistió de lleno y lo arrastró unos treinta metros. El otro fallecido (P.J.P.E.), de 36 años, falleció cuando estaba siendo trasladado al Hospital Reina Sofía de Córdoba con pronóstico grave. El helicóptero no pudo acceder al lugar del accidente, por lo que el atropellado tuvo que ser traslado un kilómetro más abajo, al puente sobre el río Cuzna, para que pudiera ser llevado al Hospital», aseguraron fuentes del 061.
Ambos eran naturales de Alcalá de la Real. «Hemos venido desde Jaén a ver el Rally», comentaron los amigos de los fallecidos, que fueron testigos de la tragedia y que se encontraban en el lugar de los hechos a la espera del levantamiento del cadáver, aunque, en un principio, no querían hacer declaraciones, ni que se levantara mucho revuelo. «Eran gente habitual de los rally», fue el comentario que se hacía entre los miembros del Escudería Sierra Morena en medio del desconcierto.
Fueron los propios aficionados presentes en las inmediaciones del accidente los que avisaron a los servicios de asistencia, que, aunque acudieron veloces al lugar de los hechos, no pudieron hacer nada por salvar la vida a los dos espectadores.